Si bien se trata de un sistema que está implementado en muchos puntos del país, en San Rafael denuncian que ha recogido ciertos problemas. Al respecto brindó algunos detalles a través de FM Vos (94.5) y de Diario San Rafael, Gabriel Brega, gerente de autotransportes Iselín.
Explicó que en el caso de ellos, no están considerados como una empresa de servicio urbano, sino como una de media y larga distancia. “Ninguno de los gobiernos de turno que pasó se hizo cargo, no lo ha solucionado y es algo que todas las empresas del sur estamos peleando para que nos equiparen con Mendoza, como debe ser”, dijo y agregó que de ahí se desprenden los precios de las tarifas, que son más altos que los de la capital provincial pues la manera de calcularlas es distinta.
“La gente que no tiene idea (y que no tiene por qué tenerla), nos culpa a las empresas y nosotros no ponemos la tarifa: la tarifa sale de un estudio de costo que se hace porque nos pagan por pasajero transportado. Nosotros tenemos frecuencia los sábados, domingos o en la noche, cuando el chofer va prácticamente solo, y son coches que queman gasoil, no son rentables para la compañía y tenemos que cumplir las frecuencias, por eso es que se calcula el costo y que tenemos una diferencia de tarifa con Mendoza. Partiendo de esa base, implementan un sistema como SUBE que solamente está preparado para urbano”, criticó.
Además, hay falta de control por parte de SUBE ya que no se sabe quién está usando el servicio y son impersonales las tarjetas. Se han encontrado con que hay docentes con dos tarjetas, entonces el docente utiliza una y un familiar la otra. Ante ello, se está trabajando con Dirección General de Escuelas y en caso de hallarse casos, se sancionará a los docentes. El otro punto es que las personas con discapacidad pueden pasar la cantidad de veces que deseen la tarjeta a costo cero. “Es un tema grave, porque familias completas usan una sola tarjeta y hay un abuso importante”, lamentó. En consecuencia “el sistema SUBE no da las garantías de control de recaudación”.
Frente a ello –aseguró– se está analizando seriamente la idea de dejar de usar el servicio. A través de escribanos que han comprobado el fraude constante y la falta de equidad respecto del norte de la provincia, la medida podría ejecutarse.
En el caso de Iselín, compraron coches nuevos durante la pandemia pero los mismos están detenidos ya que SUBE no les ha dado las máquinas de cobro, otra muestra de lo negativo que resulta el sistema.
Brega aclaró que la Dirección de Vías y Medios de Transporte está solidarizada con las empresas, e incluso han viajado a Buenos Aires en búsqueda de soluciones por parte de Nación Servicios, pero tampoco las han hallado.
