A pesar de que el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, había anunciado que no se iba a permitir este tipo de compras en el exterior, el grupo Peñaflor compró 564.000 litros de vino variedad Sauvignon Blanc chileno, lo que se dice, podría perjudicar a la industria mendocina. Sobre ello dialogó con FM Vos (94.5) y con Diario San Rafael, el empresario sanrafaelino Miguel Labiano.
La permisión de este tipo de compras por parte del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), despertó grandes críticas. “Yo creo que hay que analizar dos tipos de mirada: una mirada corta, con la que uno podría pensar que esta importación puede perjudicar a los productores, en que podría a llegar a disminuir algo el precio del vino, y yo lo que propongo o mi idea, es que tengamos una mirada un poco más larga en esto, lo que significa generar un país donde la previsibilidad de las decisiones sea mucho más estable que de esta manera coyuntural. De manera concreta, yo creo que para que en este país los productores estemos mejor, podamos desarrollar y tener buenos precios en nuestros productos, hace falta mucha inversión, y la inversión está estrictamente desvinculada a la estabilidad de las reglas. Si una bodega a nivel internacional se quiere instalar en San Rafael, y sabe que frente a una posibilidad de una mala cosecha no tendría cómo proveerse de otros países para abastecer a sus clientes, seguramente no se va a instalar. Esta es otra mirada. Yo lo que propongo es eso, discutir. De corto plazo y a mirada corta, en este país hemos generado tanta pobreza y tanta falta de crecimiento económico, que por lo menos nos merecemos una mirada un poco más larga. Pensemos que en los 60 en San Rafael había cientos de bodegas y miles de productores, y cuando uno compara con las decenas de bodegas y los escasos productores que tenemos, por lo menos debemos preguntarnos si las miradas cortas nos han servido, porque hemos tenido prorrateos, cupos, confiscaciones, todas miradas cortas coyunturales”, advirtió.
El empresario considera que sería importante un tipo de cambio único y estable, teniendo en cuenta que el actual es “absolutamente artificial”. “Es probable que esta importación esté más vinculada a un tipo de cambio muy bajo, entonces uno necesitaría estabilidad porque mirándolo al revés, si nosotros tuviésemos un tipo de cambio único y estable, nosotros podríamos exportar. No sé si este año, pero el próximo. Yo plantaría viña tranquilo, pensando que cuando sobre el producto yo voy a tener un tipo de cambio real como para poder exportar”, dijo y añadió que a eso hay que sumar mejoras en la inflación, además de quitar el “Estado paternalista” que insiste en controlarlo todo antes de autorizar.