Desde poco después de las 19, cientos de personas participaban el viernes de la «Marcha de las Velas» para pedir justicia y seguridad tras el asesinato del kiosquero Roberto Sabo, frente a un edificio de la Municipalidad de La Matanza totalmente vallado y cercado mediante un importante despliegue policial.
Tanto el edificio comunal como la plaza de San Justo fue rodeada por vallas, tras las cuales se alinearon policías de distintas divisiones de la Policía local.
Los vecinos autoconvocados del partido de La Matanza decidieron realizar la manifestación a partir de las 19 bajo la consigna «Queremos vivir sin miedo».
Los organizadores convocaron a los residentes de las 15 localidades que conforman el partido de La Matanza a participar «sin banderas políticas». Sin embargo, se escucharon fuertes reclamos de distinta índole que tuvieron al intendente local, Fernando Espinoza, como uno de los principales blancos.
«Jamás se ocupan de la gente que pagan impuesto. Es lamentable que se sigan perdiendo vidas», dijo una mujer que perdió su hijo, asesinado por delincuentes.
Las protestas y manifestaciones se iniciaron como consecuencia del asesinato del kiosquero Roberto Sabo, quien fue ultimado de cuatro balazos durante un robo, el domingo pasado, en su local situado Avenida de Mayo al 800, en plena zona comercial de Ramos Mejía.
Por el crimen se encuentra detenido un hombre de 29 años llamado Leandro Suárez y su novia, una adolescente de 15, que habría actuado como cómplice.
Al día siguiente a la muerte del comerciante se produjeron disturbios frente a la comisaría de Ramos Mejía, en los que policías arrojaron gases lacrimógenos contra los manifestantes.