En Río Negro las bodegas pueden vender vino suelto por modalidad “takeaway” y el próximo paso sería en Mendoza

El INV le dio visto bueno a las bodegas de Río Negro para vender “vino suelto” a los consumidores, en una modalidad que se implementaría próximamente en algunos departamentos de la provincia de Mendoza, entre los que se está analizando San Rafael.
El proyecto “Vinos de cercanía” aparece como un nuevo paradigma para las compras de vino de los consumidores, que se lanzó como una prueba piloto en tierras rionegrinas pero plantea –pronto- llegar a Mendoza.
Con este sistema, los clientes podrán comprar de 1 a 5 litros de vino, en botellones de vidrio directamente desde la bodega.
Martín Hinojosa, presidente del INV, afirmó que uno de los objetivos de su gestión es «brindar apoyo para el desarrollo de nuevos productos, envases y sistemas de comercialización tendientes a mejorar el consumo, manteniendo la pureza vínica». Además informó la prueba piloto podría implementarse en Mendoza y otras regiones vitivinícolas del país.
La comercialización del vino de cercanía será en la modalidad «takeaway». Según comunicó el INV, «no se podrá expender este tipo de producto fraccionado en comercios, vinerías, supermercados o puntos de venta de cualquier tipo, limitándose solamente a los establecimientos que adopten la modalidad referida».
«Otra opción es la posibilidad de consumirse en el lugar acompañado de alguna comida, para lo cual la bodega tendrá que estar habilitada con los permisos municipales correspondientes», indicaron desde el organismo que se comprometió a controlar esta nueva modalidad de consumo «para brindarle seguridad tanto a los consumidores como a las bodegas».
Según pudo saber nuestro diario, ya se empezaron a proyectar las primeras zonas de potencial implementación en Mendoza, y algunos bodegueros locales (especialmente los de pequeña escala) habrían mostrado su beneplácito con la propuesta.
Hay que recordar que hace algunas décadas era algo bastante normal ir a “recargar”una damajuana de vino en un tanque o barrica. Esta práctica había quedado prohibida porque se detectó que personas “adulteraban” y “estiraban” ese vino para comercializarlo.