La noticia circuló rápido y conmocionó al mundo del fútbol aún con más velocidad: Santiago Morro García fue hallado sin vida en su departamento de Mendoza este sábado por la mañana. Por el momento no hay confirmación oficial sobre las causas del fallecimiento más allá de las versiones que circulan por las redes sociales. Las pistas apuntan a un suicidio.
El 22 de enero fue diagnosticado con Covid – 19 positivo y debió aislarse en su casa desde ese momento, alejado del resto de sus familiares que siguen en Uruguay. La fiscal Claudia Ríos lleva adelante la causa por la muerte del hombre de 30 años que, según cuentan medios locales, atravesaba por un tratamiento psiquiátrico y extrañaba a sus parientes.
Según reveló a TN un comisario presente en el edificio donde encontraron a García sin vida, la policía ingresó al departamento alertados por familiares del jugador, que hacía tres días que no recibían noticias de él ni les respondía los llamados.
El pase del delantero seguía perteneciendo a Godoy Cruz, aunque desde hace un tiempo los conflictos con la dirigencia y algunos problemas físicos lo alejaron de las canchas. De hecho, jugó un puñado de partidos luego de la pandemia y el presidente del Tomba había anunciado que no iba a tenerlo en cuenta.
El mandamás del conjunto mendocino lo había apartado del plantel profesional y García se entrenaba desde hace un tiempo sólo en el predio con un preparador físico a pesar de tener contrato hasta junio de 2021. Su futuro deportivo no estaba en el Bodeguero y varios clubes habían preguntado por él durante el actual mercado de pases.
El Morro había llegado a Godoy Cruz en 2016 luego de una trayectoria extensa por el fútbol uruguayo, donde jugó en Nacional y en River Plate. Además, había vestido las camisetas de Atlético Paranaense y Kasimpasa de Turquía. En el Tomba fue ídolo y figura, con 51 goles en 119 partidos jugados, el máximo anotador del club en Primera División y el segundo en toda su historia.
