El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció un endurecimiento de las condiciones del confinamiento al que está sometida la población española, paralizando todas las actividades no esenciales, coincidiendo con el inicio de la tercera semana de encierro por la pandemia de coronavirus, que ya se cobró casi 5.700 víctimas fatales en España.
A partir del próximo lunes 30 de marzo hasta el jueves 9 de abril, los españoles no podrán salir más de sus casas a trabajar, excepto aquellos que desempeñen labores esenciales, algo que está permitido actualmente, además de poder ir a farmacias y supermercados.
Sánchez explicó que estos diez días serán considerados como un permiso retribuido recuperable, del que ha informado previamente a sindicatos y empresarios, donde había posiciones encontradas.
El presidente explicó que los trabajadores “continuarán recibiendo su salario con normalidad”y que vez que termine la situación de emergencia sanitaria, los empleados recuperarán las horas de trabajo no prestadas de manera paulatina y espaciada en el tiempo.