Los empleos destruidos en la segunda mitad de marzo fueron en concreto 509.800, y en el primer trimestre del año el empleo cayó 285.600.
El INE apunta que otras 562.900 personas declararon no haber podido trabajar debido a que su empresa cerró temporalmente a causa de la pandemia.
Los sectores más afectados por la crisis sanitaria son servicios, agricultura y construcción.
Los hogares con todos sus miembros sin empleo aumentaron en 60.700 hasta sumar un millón. La tasa de desempleo entre los menores de 25 años aumentó hasta el 33%, lo que supone dos puntos y medio más que al cierre de 2019.
El deterioro del mercado laboral «casi con toda probabilidad se agudizará en el segundo trimestre», pronosticó la patronal (CEOE).
Su presidente, Antonio Garamendi, reclamó que «el país no puede parar» y que «hay que ir poco a poco poniéndolo en marcha como están haciendo otros países como Alemania o Italia».
Reconoció que «no va a ser fácil, pero va a ir que hacerlo de forma gradual» así como que las pequeñas y medianas empresas «van a sufrir más, Cuanto más pequeñas, van a sufrir más».
El gobierno confía en que la vuelta a la actividad de todos los sectores de la economía se haga «lo antes posible» y «no para el año 21», afirmó la secretaria de Estado de Economía, Ana de la Cueva.
Desde los sindicatos, Pepe Alvarez, secretario general de Unión general de trabajadores (UGT), afirmó que los datos de la encuesta «no reflejan ni de lejos la situación del empleo de hoy en nuestro país» a causa de la pandemia.
Recogen, dijo, solo «una parte muy pequeña» de los efectos de la pandemia, ya que la encuesta corresponde al primer trimestre del año.
El efecto real no se detectará hasta que se compruebe si los trabajadores cuyas empresas cerraron de forma temporal por la pandemia vuelven a sus puestos.
Desde la oposición, el conservador Partido Popular (PP) pidió establecer pagos extraordinarios de la nómina de prestaciones y subsidios durante el estado de alarma y durante un periodo posterior de tres meses.
Desde el partido progresista Mas País, su líder, Iñigo Errejón (cofundador de Podemos), dijo que los datos «demuestran la urgencia de poner en marcha el ingreso mínimo vital».
