Con protestas pacíficas, grupos de personas autoconvocadas se hicieron presentes en las afueras de la Casa Blanca para rendir homenaje a George Floyd. El hombre, que no se había resistido al arresto y estaba esposado en el piso sin ofrecer resistencia alguna, fue estrangulado hasta la muerte por un agente de la policía de Minneapolis.
«Creo que nuestro tiempo es ahora», dijo Barrington Mack, quien montó su bicicleta roja y negra hasta el recién bautizado Black Lives Matter Plaza desde su casa en el vecindario LeDroit Park de la ciudad. «Todas nuestras preocupaciones nunca se han expresado así desde los años 60», dijo a The Washington Post.
Si bien se respira un ambiente más tranquilo en las calles de Washington, continúan tapiados la mayoría de los edificios del centro de la ciudad estadounidense.
La situación dista mucho de la registrada hace dos semanas cuando el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se tuvo que refugiar en el bunker de la Casa Blanca por alrededor de una hora en medio de las multitudinarias protestas por el asesinato de tintes racistas a manos de la policía de George Floyd.
Según CNN y The New York Times, Trump estuvo en el búnker cerca de una hora, antes de regresar al sector de la Casa Blanca que le sirve de residencia, mientras en el exterior los manifestantes tiraban piedras y resistían la represión de las fuerzas de seguridad.