A nivel mundial lo llaman Socialismo Siglo XXI, por la región “populismo”, sea como se lo quiera llamar no deja de ser otra invocación al comunismo más rancio que el mundo vivió. Mientras el mundo libre transita la tercera década del nuevo milenio, muchos seudos políticos intentan imponer viejos esquemas que se caracterizan por tener una casta que manda (5%) y un 95% de pobres porque de esa manera es fácil dominar masas.
Todos los países de nuestra región, en sus respectivas elecciones, apuestan a gobiernos de derecha o los de izquierda o ultra izquierdas y entonces caemos en toboganes de autodestrucción constantemente, olvidándonos de que pertenecemos a naciones que, a pesar de problemas políticos internos, hemos sabido progresar en democracia y libertad.
En estos tiempos modernos todo se ha acelerado y fanatizado, sea el país que sea de latinoamérica, unos que defienden a la República y otros que tratan de imponer dictaduras civiles modificando libertades, derechos adquiridos fomentando la caída de calidad constante en educación, trabajos, emprendimientos y además, llevando a la precarización a millones de trabajadores induciéndolos a la obtención de planes sociales como si fuese la única salida.
En la Argentina eso lo vemos implementado por gran parte del gobierno nacional, kirchnerismo, La Cámpora, el peronismo k, es decir todos los que se han resistido a este entendimiento que se logró con el FMI, sin siquiera darse cuenta que no es un acuerdo lo logrado, es una propuesta dictada por el Fondo para ver si el gobierno es capaz de cumplirlo pidiendo cosas lógicas como es bajar el “gasto público”, lograr el equilibrio de las cuentas, bajar o eliminar subsidios, no solo energéticos sino también sociales y reemplazarlos por trabajo genuino para que el país entre en un camino de progreso sustentable.
En las últimas décadas entró a jugar fuerte la ideología y eso hace confrontar constantemente entre lo republicano y lo dictatorial. Diariamente escuchamos a periodistas que se denominan “nacionales” y a políticos de la oposición decir que el gobierno nacional no sabe gobernar y no tiene plan económico. ¿Será así?, creo que no. El FdT sabe donde quiere ir, tanto kirchnerismo como La Cámpora y el peronismo k parecen necesitar alta inflación, alta pobreza, etc. y eso se puede suponer por el capricho de no querer bajar el gasto público de un Estado Nacional gigante y derrochador donde consume gran parte de los recursos que deberían ir a incentivar la producción, la industria, la importación de materias primas para incrementar la oferta de productos que la sociedad necesita para volver a tomar el camino de grandeza que se frenó al final del siglo XX, donde caímos al estancamiento actual.
¿Quién puede desconocer que el gasto público clientelar es el responsable de la pérdida de calidad de vida que tenemos los argentinos? Nivel de educación bajo, pérdida de calidad en la alimentación debido a la alta inflación, deterioro en los caminos de la patria, disminución de partidas para el combate a la inseguridad, escasez de productos de importación indispensables (neumáticos por ej.), son cosas que afectan tanto al bolsillo de cualquier habitante del país como a su salud debido a la incertidumbre constante, a la angustia, a la desesperanza a que es sometido día a día.
No se puede seguir en este rumbo donde tanto el oficialismo como la oposición dan por sentado que la inflación de este año superará el 55%, no, eso debe darnos vergüenza y debería motivarnos a comenzar a proponer medidas urgentes que tiendan a revertir la situación. Con solo comenzar a analizar gastos superfluos, burocráticos y parasitarios del Estado, que abundan y están a la vista, sería un gran comienzo. Y si no hay voluntad de cambio en este preocupante presente y ante la gravedad de la situación, habría que empezar a pensar en una consulta popular vinculante sobre la gestión que de la posibilidad de recambio buscando renovación de ideas y corrección de rumbos equivocados. La defensa de la Argentina debe ser lo prioritario.
por Enrique Mario Barrera
