Explican que se dificulta cada vez más conseguir gente idónea para la poda en fincas

Estamos en temporada de comenzar con las diferentes labores culturales en nuestras fincas, la poda entre ellas, y tal como viene sucediendo en los últimos años, se torna difícil conseguir mano de obra calificada. El ingeniero agrónomo Agustín Latandi, quien es miembro de la Cooperativa Sierra Pintada, dialogó sobre el tema con FM Vos (94.5) y Diario San Rafael.
“Nosotros venimos un poco golpeados por el clima en este ciclo que está terminando. La helada de noviembre pasado nos ha traído una merma inmensamente grande y todo el sur fue muy afectado ya que hemos tenido mermas de hasta un 70% en los rendimientos, y eso ha hecho que cosechemos muy poco y nuestra rentabilidad se vea afectada. Pero bueno, el ciclo se reinicia y, como siempre, estamos muy expectantes. Los productores somos tenaces y siempre estamos pensando hacia adelante. Hemos reiniciado el ciclo con, en este caso, la poda y nos encontramos con que la mano de obra se ha encarecido por el proceso inflacionario y lo que conocemos de la macroeconomía, por lo tanto, se hace difícil conseguirla y poder pagarla. Desde nuestra cooperativa tenemos viñedos de poco tamaño y superficie, con lo cual la tarea la comienza el propietario con la ayuda de una persona, y es esa persona lo que nos cuesta conseguir. Ante la falta de oferta la mano de obra se sobrevalora, y tenemos que estar muy comunicados entre nosotros para que estos valores no aumenten sobremanera. Hoy podemos decir que una hilera de poda va a estar entre setecientos y mil pesos. En situaciones normales un podador podría estar haciendo entre cinco y siete hileras, o visto de otra manera una hectárea de viñedo tipo o estándar podría demandar entre ocho y diez jornales. Pero igualmente cuesta conseguir gente; en esta etapa de operación temporaria donde demandamos mano de obra de manera puntual nos sucede los mismo que en la cosecha, donde se dificulta conseguir gente, y a veces conseguimos personas de otros rubros, como el de la construcción, y esto trae aparejado que no tienen práctica y tenemos que estar muy atentos a que la tarea de haga de buena manera”.
Latandi comentó que desde la cooperativa “tomamos nota de gente que se ofrece para podar, y hacemos el nexo entre los socios de la cooperativa, y además estamos atentos para trabajar con algún organismo para generar una bolsa de trabajo donde podamos tener un grupo de personas que se ofrezcan para determinadas tareas. Respecto a los motivos por los que hay poca gente para las labores culturales, tenemos por un lado los apoyos estatales como los planes sociales, que a veces nos complican, y esto se da sobre todo en las fincan grandes donde la gente no quiere registrarse porque corre el riesgo de perder algún beneficio. En las fincan grandes la mano de obra siempre está blanqueada, y por otro lado, como nos pasa a todos, la plata no le alcanza a nadie. Esta es una situación coyuntural, nosotros hemos trabajado tratando desde lo técnico de incorporar algunas tecnologías que agilicen el tiempo de demora en la poda, como pueden ser tijeras mecánicas o algunos sistemas de prepoda mecánicos, pero hoy por el tipo de cambio reinante, estas tecnologías se han tornado inalcanzables”.