Grandes repercusiones causó el lunes el femicidio en Tucumán de la profesora de Inglés, Paola Estefanía Tacacho, quien fue asesinada por su ex alumno y acosador sexual, Mauricio Parada Parejas, quien posteriormente se suicidó al ser rodeado por un grupo de vecinos que le impidió escapar del lugar. Desde FM Vos (94.5) y Diario San Rafael, consultamos al licenciado en Psicología Miguel Riquero, y habló respecto de la psicopatía o personalidad psicopática.
El profesional expresó que es un tema “bastante complejo” ya que llegar a un diagnóstico así (declarar psicópata a una persona), requiere hacer diversas evaluaciones y exámenes. Pueden detectarse factores como la falta de empatía, la impulsividad y conductas que dejan en claro una falta completa de remordimiento en la persona, o reflexión de sí mismas. Son personalidades bastante manipuladoras, en las que además, se nota “un desprecio por el otro”. “En realidad, ese desprecio siempre busca satisfacer sus propias necesidades, su propio deseo. Desplazan al otro hacia ese deseo que tienen de complementarse ellos mismos. Son bastante egoístas, egocentristas, narcisistas en algunos casos; la verdad es que la personalidad psicopática es bastante compleja; en esto casos de femicidios, son bastante claros los indicadores a tener en cuenta, sobre todo lo que es la manipulación, la impulsividad y la violencia”, destacó.
Suelen darse casos en los que el psicópata lleva adelante manipulaciones económicas, que son una forma de tener al otro en una posición de sumisión, lo cual se incrementa con violencia verbal y física.
La manera de prevenir casos como el de Tucumán, está en detectar a personalidades como estas. En este tipo de situaciones de violencia de género, por lo general la víctima es la última en enterarse que está sufriendo. “Esto es muy importante saberlo porque siempre la víctima tiene su círculo familiar íntimo y por la manipulación que ejercen estos agresivos, aíslan a la persona”, explicó. Al momento de detectar esto, los seres queridos de la víctima deben ayudarla, hacer la denuncia que corresponda, no desampararla y darle toda la colaboración y acompañamiento necesario.
El psicópata disfruta –literalmente– hacer sufrir, no se trata de conductas culposas. Es necesario tener en cuenta que muchas personas con estos rasgos violentos, tienen conductas nocivas para sí mismos, como el recurrir al uso de sustancias prohibidas, pero no es algo que se dé siempre.
