El nuevo gasoducto de 50 kilómetros que dotará de factibilidad de gas natural a más de 26.000 hogares en San Rafael y General Alvear, tendrá el próximo 8 de julio otro importante capítulo de cara a su concreción. Ese día se abrirán las ofertas de la licitación que el Municipio inició ayer y por la que invertirá 455 millones de pesos.
La obra – que conectará el gasoducto Gasandes con la Ciudad de San Rafael con dos estaciones durante su extensión – fue anunciada el año pasado por el intendente Emir Félix y en las últimas semanas hubo novedades clave para su puesta en marcha.
Días atrás visitó nuestra ciudad el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, con quien Félix firmó el comienzo del proceso de compra de materiales. Dicho convenio dio lugar a la licitación antes mencionada que, en definitiva, es el paso previo al inicio de los trabajos.
La inversión total que ejecutará el Municipio con fondos del Estado Nacional supera los 2.300 millones de pesos. Ni bien se adquieran los caños para la conducción del gas natural, comenzará la otra etapa licitatoria y la más importante: saber qué empresa se encargará de ejecutar la obra.
En cuanto a tiempos, el jefe comunal estipuló que serán unos 20 meses a partir del proceso de compra de materiales y selección de la firma a ejecutar el gasoducto. Teniendo en cuenta ese lapso, se prevé que los trabajos concluyan a principios de 2023.
En sus redes sociales, el intendente Félix mostró un breve video que marca el recorrido de la obra y sostuvo que “estamos concretando en tiempo y forma los pasos administrativos necesarios para iniciar la obra. Se trata de una inversión histórica, que pone fin a un reclamo de muchos años y no solo da solución a miles de familias, también abre puertas al desarrollo productivo de nuestra región por el beneficio que significa para empresas e industrias”.
La importancia del nuevo gasoducto
En San Rafael y General Alvear, desde hace varios años, no hay posibilidad de conectarse a la red de gas natural. Esa situación afecta especialmente a nuevas viviendas o complejos inmobiliarios. También la falta de factibilidad representa una postergación para la región en materia productiva, pues no tener ese servicio desalienta a fábricas e industrias a instalarse en ambos departamentos.
En concreto, la construcción de la red de 50 km – también denominada “ampliación de Gasandes” – significa, para San Rafael y General Alvear, ponerle fin a un problema histórico y abrirles las puertas al servicio a más de 26.000 usuarios, además de los emprendimientos fabriles e industriales que podrán acceder al gas natural.
De todas las obras que por estos tiempos demanda San Rafael, el nuevo gasoducto es una de las más importantes, pues tiene como trasfondo, además de la solución para miles de familias, un importante potencial productivo, indispensable para el desarrollo regional.
