Por la cuestión cambiaria y el aumento en los costos, la actividad olivícola mendocina atravesaba la crisis “más profunda de su historia”, según el presidente de la cámara empresarial provincial del sector. En nuestro departamento había más de 9.000 hectáreas dedicadas a olivares que abastecían a varias industrias. Ocupaban el tercer lugar después de las viñas y las plantaciones de ciruelos.
Esperaban rápido desarrollo en la zona. La nueva terminal, la rotonda en avenidas San Martín y Rivadavia y la remodelación de la zona histórica, le daban a ese sector de la ciudad un nuevo impulso para el crecimiento urbano y comercial.