Un hombre de 40 años identificado como Fermín Andrés Castro fue asesinado ayer en el asentamiento conocido como “Costa Esperanza”, en el sur de nuestra ciudad. El hecho de sangre ocurrió cerca del mediodía en la calle Victorino de la Plaza cuando Castro arribó a ese lugar bordo de su moto Zanella 250. Por circunstancias que se investigan –ver aparte-, el sujeto fue recibido a balazos y uno de los disparos impactó en su espalda, provocándole heridas que le produjeron la muerte casi de forma instantánea.
Personal policial arribó prontamente al sitio y constató la muerte de Castro. Tras las primeras averiguaciones, allegados y testigos del hecho afirmaron que los autores de los disparos eran “los Echegaray” o “un tal Jonathan Antúnez”, por lo que las autoridades montaron un operativo en pos de dar con esas personas. Minutos después, en Victorino de la Plaza y calle 11, los policías aprehendieron a dos varones, un mayor y un menor de edad, quienes fueron trasladados a la comisaría 38° para ser puestos a disposición de la fiscalía actuante. De acuerdo a la información oficial, a los mismos se les practicaría la prueba del guantelete de parafina a fin de determinar si tenían restos de pólvora en sus manos. Al cierre de nuestra edición, los sujetos permanecían detenidos y aún no se sabía el resultado de las pericias.
En tanto, el otro sospechoso de crimen, Jonathan Antúnez (31), era buscado intensamente por efectivos policiales en diversos puntos de nuestra ciudad, aunque por el momento no había sido hallado.
Problemas de vieja data
Según fuentes cercanas a la investigación dignas de crédito, Castro, el mayor aprehendido y Antúnez poseían un dato en común: un frondoso prontuario penal. Incluso, tanto Castro como Antúnez habían salido hace poco de la cárcel después de purgar una de sus condenas.
Esas mismas fuentes señalaron que víctima y presuntos victimarios ya habían tenido problemas en el pasado –dentro de la penitenciaría, incluso- y que, ahora, la controversia pasaba por la posesión de una precaria vivienda de la zona. Al parecer, Castro fue a comienzos de esta semana a dicha vivienda y constató que la misma habría sido usurpada por Antúnez y otras personas (serían “los Echegaray”). Ayer, en horas del mediodía, Castro volvió al lugar a fin de intentar recuperar la posesión de la casa y allí fue cuando se produjo el altercado que terminó con su vida.