Un hecho insólito e indignante ocurrió el jueves por la tarde en la provincia de Neuquén donde un tren se vio obligado a frenar su recorrido por horas debido a que había una camioneta estacionada en medio del camino porque su conductor se había ido a un evento.
Se trata del Tren del Valle, el cual viajaba con 40 pasajeros a bordo, y quedó bloqueado durante un largo tiempo, luego de encontrarse con dos vehículos estacionados sobre la línea de las vías que no permitían el avance de la formación.
Se trataba de una camioneta Volkswagen Amarok y de un auto Citroen CrossBack que estaban estacionados apenas centímetros sobre la línea de las vías del tren, lo cual impedía el paso normal del convoy que cubre el trayecto entre Plottier y Neuquén capital.
Incluso, algunos pasajeros que se impacientaron por la situación, se bajaran de la formación y lograran mover al Citroen los centímetros necesarios, aunque no lograron el mismo resultado con la camioneta la cual fue imposible de correr ya que estaba frenada.
Toda la situación fue captada con el celular de un pasajero, quien luego compartió en redes sociales el video en el que quedó escrachado el conductor, cuya maniobra causó indignación en los internautas.
La situación tuvo lugar en las inmediaciones al acceso al aeropuerto Presidente Perón y el espacio Duam, donde se lleva a cabo la Expo Oil&Gas.
Horas después, finalmente pudo ser ubicado el propietario de la Amarok, quien se encontraba en la Expo. El hombre apareció, y movió la camioneta que impedía el paso.
Una vez que fue removido del lugar el vehículo, los pasajeros como el maquinista retomaron sus posiciones en el Tren del Valle, que siguió su viaje hacia la estación central.
«Es un hecho que se repite habitualmente en el centro de la ciudad cuando estacionan muy cerca de las vías, y en estos días o cuando hay eventos en el espacio Duam. Nadie controla donde estacionan, y muchos lo hacen tan cerca que el paso del tren se vuelve un peligro ante posibles roces», comentó un ferroviario, según consignó el medio local LMN.
Fuente: Crónica – La Mañana de Neuquén
