Mes a mes vemos como los sueldos, las jubilaciones y el patrimonio que cualquier ciudadano tiene se desvaloriza en forma notable producto de la inflación, ese mal endémico que los argentinos tenemos desde hace muchos años ya.
¿Cuántas veces escuchamos, de los políticos, los economistas, etc. que es un tema difícil de solucionar? Que las variables estas… que las variables aquellas… y fórmulas mágicas que no se toman y sin embargo todos sabemos dónde está el problema, y el problema está en el excesivo gasto y costo de la gigantesca estructura estatal nacional que ocupa casi la mitad del presupuesto del país.
Superabundancia de ministerios, secretarias y entes descentralizados devoradores de los recursos que provienen de nuestros impuestos y nadie hace nada al respecto, ni el oficialismo ni la oposición. No se ven proyectos de ley para comenzar a disminuir tanto desorden financiero. Subsidios al transporte, subsidios a la energía, subsidios sociales ilimitados y que tal vez sea uno de los más perjudiciales para nuestra economía, y me refiero a las ayudas que se dan a cambio de votos y el subsidio permanente a Aerolíneas Argentinas, todos barriles sin fondo que habría que tomarlos como “cuestión de Estado” en forma urgente y empezar a resolverlos definitivamente.
¿Por qué no se llega a un acuerdo entre todas las fuerzas políticas para diseñar un plan quinquenal de reducción del gasto público que tenga la meta de bajar ese gasto a un ritmo del 6% anual, por ejemplo?… la respuesta es simple, porque las fuerzas políticas del oficialismo y de la oposición tiran en direcciones diferentes y hasta hay división marcada dentro del mismo oficialismo; peronismo kirchnerista que no sabe para dónde ir, kirchnerismo y La Cámpora con su proa puesta al norte rojo y del otro lado los radicales que se creen que ganaron solos las últimas elecciones y tratan de hacer rancho aparte y los del Pro mirándose el ombligo, mientras la inflación, la pobreza e indigencia y la desesperanza aumentan 4% mensual en gran parte de la población.
Sin embargo hay quienes no tienen problemas económicos porque sus haberes mensuales siempre le ganan a la inflación y son quienes ocupan cargos en los organismos públicos descentralizados y que manejan sus propios presupuestos como… el Congreso, el Poder Judicial y todas las empresas del Estado cuya remuneración no está atada al organigrama de sueldos estatales y que además tienen “plus” y bonos especiales lo que les asegura un buen pasar total “paga el Estado”, aparte de esos beneficios hacen ingresar en la plantilla nacional a cuanto pariente, vecino o amigo tienen, en claros actos de nepotismo.
¿Hasta qué punto el gobierno nacional quiere o no resolver el tema de la inflación? Si no está capacitado ¿por qué no convoca a un acuerdo vinculante y serio de una vez por todas? O es que ese flagelo le aporta a las arcas del estado un aumento en la recaudación nominal de impuestos, mientras los sueldos y jubilaciones pierden a través del tiempo y así quedan saldos para aumentar gastos en forma desmesurada como vemos en la actualidad.
Hay demasiada soberbia en el poder político, demasiada divergencia entre fuerzas políticas total para esos dirigentes los efectos inflacionarios parecen no existir, mientras que millones de argentinos esperan salir de esa situación de incertidumbre constante y ve que no se resuelve o no hay interés real en resolverlo, a pesar que existe un camino fácil que es el de aplicar criterio y comprender que el asunto es un simple tema de “debe y haber”.
por Enrique Mario Barrera
