Un gendarme identificado como Alfredo Vivero, de 37 años, fue hallado sin vida dentro de su propiedad, ubicada en la calle Beltrán en la localidad de Santo Tomé, Corrientes, con un tiro en la cabeza, un precinto en el cuello y una media en su boca.
Fuentes judiciales informaron que el cuerpo del efectivo fue encontrado sobre la cama con las piernas tocando el piso. Presentaba un disparo en la cien, con orificio de ingreso y salida de derecha a izquierda; su arma reglamentaria estaba cerca de la mano derecha.
El fiscal de la causa, Facundo Cabral, reveló que el teléfono celular de la víctima estaba quemado dentro de una olla. Además, indicó que el hecho de hallar ese precinto y la media lo habilita a pensar en un supuesto homicidio.
Vivero prestaba servicio en el Escuadrón 57 y era oriundo de Formosa. Su esposa, también integrante de Gendarmería, fue quien alerto a la fuerza y a la policía de lo sucedido. La mujer, que en ese momento se encontraba de franco, llevaba una relación sin convivencia en viviendas separadas con el fallecido.
Colaboran en la investigación personal de distintas áreas de la Unidad Regional V de Gendarmería, con asiento en Santo Tomé y efectivos de la Dirección de Investigaciones de Delitos Complejos y de la Dirección de Investigación Criminal de Corrientes Capital.
