De acuerdo con un informe de la Unión Industrial Argentina (UIA) difundido ayer, la actividad fabril se contrajo en junio 10,7% interanual, aunque registró un rebote de 17,7% mensual en la medición desestacionalizada, es decir, en comparación con mayo.
Además, indicó la entidad, en julio se pudo «poner en marcha líneas de producción que se habían paralizado desde el inicio de la pandemia» de coronavirus, luego del relajamiento gradual de la cuarentena, especialmente en la segunda quincena, tras las mayores restricciones en la primera parte del mes en el AMBA.
El Informe mensual de la UIA agregó que los primeros datos interanuales de actividad de julio, como los despachos de cemento portland (-13,2%), la demanda eléctrica de grandes usuarios industriales (-12,6%, según Cammesa) o la producción automotriz (-1,5%), mostraron «una mayor suavización de la caída industrial en relación con el mes anterior».
Según la entidad, «la progresiva habilitación de actividades en distintas jurisdicciones del país y el estricto cumplimiento de protocolos sanitarios en los establecimientos industriales generó cierta recuperación de la industria durante junio».
Sin embargo, la producción de un núcleo importante de empresas aún permanece -11,5% debajo del nivel previo a la pandemia (febrero de 2020) y en el primer semestre se acumuló una baja de 13,8% frente a igual período del año anterior, puntualizó la UIA. Agregó que la mejora contra mayo reflejó una «recomposición de stocks», luego del freno en la actividad, y la recuperación parcial de la demanda en segmentos puntuales.