Gran revuelo ha causado la entrega de más de 27.000 hectáreas de tierras mendocinas a personas que se autodenominan “mapuches”. Sobre ello dialogó con FM Vos (94.5) y con Diario San Rafael, Gustavo Miras, presidente de la Cámara de Comercio de Malargüe.
En un principio, se habían cedido 21.000 hectáreas, pero luego se conoció una nueva cesión de terrenos a otra comunidad en Malargüe, lo que sumó 4.770 hectáreas más. “Vemos que la línea de trabajo del Gobierno nacional es la de no dialogar, no solamente en este tema sino en ningún tema. Pero este tema pasa a ser uno bastante grave porque acá no sólo afecta la falta de diálogo entre el Gobierno nacional con el provincial, sino que también afecta al municipal, porque no vemos la participación de los municipios en estas decisiones, que son los que muchas veces conocen el tema del territorio. También hay algo importante acá para destacar: la falta de institucionalidad que hay en esto es gravísima, y nosotros como institución intermedia, tenemos que salir en defensa de eso porque empezamos a perder el rumbo de lo institucional desde las agrupaciones intermedias, desde el Estado empieza a perder fuerzas lo que nos representa a cada uno de los argentinos y empieza a tomar una confusión, entre que le damos tierras a instituciones que personería jurídica aún no reconocen, una ley que tiene controversias, y a través de esa ley se otorgan estas tierras y tampoco se está defendiendo el derecho de la propiedad privada, y esto es gravísimo porque empieza a afectar el desarrollo de las distintas actividades económicas, y lo que sospechamos aún, es que lo que ha ocurrido el viernes pasado va a seguir ocurriendo hacia adelante con la entrega de tierras”, dijo Miras y agregó: “Parece que tenemos una Argentina dividida entre los diferentes gobiernos (nacionales, provinciales, municipales), una Argentina que disputa las tierras de manera feroz y no trata de manera seria los diferentes temas que hacen a lo económico, a lo social, a lo educativo, y hay que destacar una vez más el golpe institucional y el golpe al departamento de Malargüe (más allá de que San Rafael se fue muy afectado)”. Es que quienes reclaman las tierras, dicen ser “mapuches” pero se enfrentan a crianceros malargüinos “que también tienen el derecho a tener su propiedad por los años que llevan en el lugar, por el trabajo que vienen haciendo”. “Nos duele mucho que la política en sí, use a nuestros habitantes para forjar un poder propio, un poder no institucional, un poder que no nos lleva al desarrollo. Malargüe siente ese golpe a la sociedad nuevamente, lo sentimos cuando hablamos de minería, cuando hablamos de Portezuelo, y hoy lo sentimos más fuerte y lo sentimos como sociedad”, aseguró.
En definitiva, organismos estatales que deberían “cuidarnos”, lo único que hacen es “generar nuevas grietas, nuevas disputas”.
