La cebolla dulce podría servir para adecuar la matriz exportadora a nuevos mercados

Técnicos de ProMendoza y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) se encuentran trabajando en conjunto con el objetivo de realizar pruebas de cultivo de cebolla dulce a pedido de la empresa estadounidense Generation Farms, ubicada en el estado de Georgia, EEUU, y que está muy interesada en invertir en la Argentina.
En diálogo con FM Vos (94.5) y Diario San Rafael, el investigador del INTA en La Consulta y asesor técnico de este proyecto Aldo López destacó primeramente que “esto se trata de un ensayo”. “El INTA de La Consulta ha hecho durante muchos años algunas pruebas y algunos ensayos con este tipo de cebolla, y el problema que tenemos principalmente en el primer paso es el material o la genética de los materiales que necesitamos. Si bien se le dice ‘cebolla dulce’, en realidad son ‘cebollas suaves’, son cebollas que no son tan ‘picantes’”, dijo, y agregó que “en Estados Unidos se han hecho muy populares, para las comidas rápidas y algunos otros menús”.
Perú es un país productor y proveedor de estas cebollas, que son bastante especiales, debido a que son de muy baja conservación, por lo que “prácticamente se tienen que producir y vender relativamente rápido, no son como las cebollas que estamos acostumbrados a comer”.
Otro obstáculo que poseemos en Mendoza es que nuestro suelo y nuestra agua dan una pungencia algo elevada. “La gente de la empresa dijo que hiciéramos la prueba, entonces con ProMendoza propusimos que no solo sea una prueba de producción simplemente, sino también de exportación, que la cebolla termine en ese puerto. La empresa estuvo de acuerdo”, recordó, y añadió que esa misma propuesta sirvió para incluir además como posibles productoras a las provincias de San Juan y Santiago del Estero. Esta última es una zona productora de cebollas, de donde surgen las más tempranas que se producen en el país, por lo que “era una buena oportunidad para incluirla”. Por su clima, las cebollas se cosecharán primero en Santiago, para que luego lo hagan Mendoza y San Juan. El laboratorio del INTA será el encargado de evaluar la pungencia, valor que será determinante para la prueba. Se espera que ese factor esté por debajo del nivel 4, a fin de continuar el año que viene con un trabajo más grande y organizado, teniendo en cuenta que las semillas deben importarse.