El Superior Tribunal Federal (STF) ordenó este miércoles investigar al presidente Jair Bolsonaro por la supuesta difusión de informaciones falsas que atentan contra la democracia y en especial contra la legitimidad del sistema de votación electrónica vigente en el país.
El máximo tribunal sospecha que el mandatario incurrió en “calumnias” e “incitación al crimen” en sus constantes cuestionamientos al régimen electoral que incluyeron la amenaza de no celebrar los comicios presidenciales del año próximo.
La decisión fue adoptada por el magistrado de la Corte Alexandre de Moraes ante un pedido hecho el lunes por el Tribunal Superior Electoral (TSE), que también abrió una investigación contra del mandatario por los mismos motivos.
La investigación en la que ha sido incluido Bolsonaro comenzó en 2019, por entonces limitada a la difusión de noticias falsas a través de internet. Sin embargo, hace dos meses se centró en la posible existencia de supuestos grupos “digitales antidemocráticos”.
/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/artear/GXPSTWDVJ3AJ5QPCKVJEYP6YZU.jpg)
El pedido del Tribunal Superior Electoral, según Efe, complementa un proceso “administrativo” contra el mandatario después de que afirmó que si en 2022 no se retoman las votaciones mediante papeletas “no habrá elecciones”.
Su cruzada contra el voto electrónico
El mandatario viene reclamando un regreso al viejo sistema de voto manual en las próximas elecciones presidenciales y argumenta que el actual modelo electrónico, con el que él mismo resultó electo presidente, es pasible de fraude.
Durante las últimas semanas, Bolsonaro acusó al titular del Tribunal Supremo Electoral, Luis Barroso, también miembro de la Corte Suprema, de “conspirar” para consumar un “fraude” en 2022 en favor del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien encabeza todas las encuestas a 14 meses de los comicios.
Este miércoles Bolsonaro llegó a preguntarse, en declaraciones a una radio del interior del país, “al servicio de qué intereses está Barroso”.
Bolsonaro afirmó que su “pelea” es por la democracia brasileña y no contra las urnas electrónicas, sino contra el propio Barroso, a quien ha acusado de intentar impedir que prospere una enmienda constitucional propuesta por el Gobierno para retomar el voto en papeletas.
Esa iniciativa está en trámite en una comisión de la Cámara de Diputados y plantea que, en paralelo al voto electrónico, se adopten también las papeletas a fin de que el sufragio “sea realmente auditable”. Según Bolsonaro, esto no es posible con el actual sistema.
Sin embargo, la propia Justicia electoral aseguró que todo el proceso de votación y recuento de votos electrónico es “seguro” y afirmó que el sistema no ha sido objeto de una sola denuncia de fraudes desde 1996, cuando comenzó a ser usado. Además, subrayó que es vigilado por todos los partidos políticos y grupos de observadores independientes.
Fuente: TN
