La crisis económica sigue avanzando en el país y las consecuencias no solo se observan en lo que concierne a lo político o financiero, sino que se extiende a los hogares, ya que son muchos los hombres y mujeres que han visto alterada su salud mental a raíz de esta situación. Según los profesionales, las consultas han aumentado exponencialmente, sin embargo, la asistencia está en jaque, por falta de una política pública sólida.
Aunque para las autoridades del Ministerio de Salud la pandemia de coronavirus está controlada en lo referido a la cantidad de contagios, los profesionales de la salud mental manifiestan que recién «ahora se está viviendo la verdadera pandemia, ya que en la actualidad se observan las secuelas».
Las patologías que prevalecen en los consultorios psicológicos son: estados de ansiedad, ataques de pánico, angustia, desolación, sentimientos de fracaso que, en muchos casos, deriva en un estrés generalizado.
Qué consultan los que consultan
En la pospandemia las consultas con psicólogos crecieron notablemente. Si bien no existe un registro formal del ascenso, los profesionales en Mendoza manifiestan no dar abasto con los turnos, también refieren que es frecuente que pacientes que tenían una sesión por semana, por la crisis, las hayan espaciado a dos veces al mes, incluso, una sesión mensual, ya que su precio arranca en $1.900.
Las causas por las que la gente asiste a un profesional en estos tiempos son múltiples, pero en todas aparece como denominador común la situación económica del país.
«Se ha generado un aumento de las consultas. En mi caso, se observa más demanda de hombres que mujeres», aseguró la psicóloga Laura García (NM: 1118). Sobre este punto, explicó que muchos de sus pacientes son el sostén de su hogar y que eso «les ha generado niveles de ansiedad generalizados porque no llegan a fin de mes, piden créditos y no pueden pagarlos». Y agregó: «Los hombres son los más afectados por su necesidad de controlar todo y no poder hacerlo en este presente».
«No es lo económico lo que se habla en sesión, sino todo lo que se ve afectado en consecuencia por la falta de trabajo, la inflación o la inseguridad social. Además, se observa una grieta ideológica que llega a separar a miembros de una misma familia», dijo el psicólogo Jorge Omar Domínguez (NM: 2018).
Por su parte, Viviana Imperiale (NM: 931), especialista en Psicología Laboral, contó que las consultas comenzaron a trepar luego de la pandemia. «Muchos de los casos tienen que ver con no acomodarse al ritmo laboral actual. La salud mental está colapsada, realmente», recalcó.
«Hay muchas búsquedas activas en Mendoza, en los rubros petroleros, gastronómicos, hoteleros y no se encuentra personal calificado o que quiera trabajar bajo las condiciones actuales. Así como a muchos les costó adaptarse a la pandemia, al encierro y a las nuevas modalidades de trabajo, a otros les costó volver a la presencialidad y quieren sostenerse en la virtualidad«, contó la profesional.
«Terapia» y «dólar», de la mano en búsquedas
Un dato significativo que se desprende de la herramienta Google Trends (que mide la cantidad de búsquedas de un término durante cierto período de tiempo) tiene que ver con el efecto que generó en Mendoza la renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán, el pasado 3 de julio. Tras ese acontecimiento, el dólar comenzó a dispararse hacia el alza.
En ese entonces, crecieron en simultáneo las consultas tanto por la cotización diaria del dólar como por los especialistas de salud mental bajo el término «terapia».
Incluso, las búsquedas de ambos términos crecieron el 8 de julio, el día en que el presidente de la Nación, Alberto Fernández, entabló una reunión con su vice, Cristina Kirchner, y el entonces jefe de Diputados, Sergio Massa, para evaluar cambios y fijar una hoja de ruta frente a la crisis.
Qué sienten los argentinos
El Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) encuestó a unas 1.700 personas y reportaron que los estados de ánimo que prevalecen son: incertidumbre, desesperanza, tristeza, hartazgo y bronca.
“El estado de ánimo de los argentinos es de un intenso malestar psicológico y entre los más jóvenes predomina el temor al futuro”, detallaron en la encuesta publicada en julio de 2022.
De ese total de encuestados, el 74% cree que la crisis económica tendrá “efectos negativos muy profundos y duraderos en su vida personal”, el 72% piensa que “no podrá realizar los proyectos de vida personal o familiar que tenía antes de la crisis” y el 66% señala que su salud mental está “mucho o algo peor que antes de la crisis económica”.
La salud mental, un privilegio para pocos
Gabriela Dik (NM: 1971), titular del Colegio de Psicología de Mendoza, aseguró que «el acceso a la salud mental es un privilegio en la provincia, quienes pueden pagar o quienes tienen una obra social pueden acceder a un profesional y, quienes no, sufren y resuelven su problema como pueden».
«Mendoza no cuenta con equipos primarios de la salud, los que existen son escasos y, en general, no están para trabajar las problemáticas cotidianas, sino que se sigue en una lógica en la que la salud mental está pensada más del lado de la enfermedad que de la salud», enfatizó.
La profesional contó que «hay pocos especialistas en los centros de salud, en general, en los que son cabeceras, pero son atendidos por residentes que rotan esporádicamente, por lo que resulta complejo poder continuar con un tratamiento de manera serio». Y sumó: «Hay un grave problema en la salud pública, sobre todo, en salud mental. Pareciera que la clase trabajadora o popular no puede angustiarse para este sistema».
El Ministerio de Salud de la provincia ofrece un Espacio de Orientación, contención y acompañamiento en Salud Mental. Aquellos que necesiten ayuda pueden comunicarse de manera gratuita con los profesionales llamando al 148.
«La propuesta es novedosa, funciona muy bien para contener, sobre todo, a las personas con algún tipo de adicciones, pero no es un espacio que brinde un tratamiento específico«, dijo Dik.
La terapia de grupo, una nueva modalidad
La falta de contención para las personas que no pueden pagar la consulta de un profesional, cuyo precio sugerido de la sesión desde septiembre es de $1.900, hace que muchos busquen espacios alternativos.
Hoy los comedores comunitarios o las Iglesias, donde muchas familias de clase baja van en busca de sus almuerzos o cenas, se convierten en consultorios.
«Son lugares que sirven como alternativa no solo para resolver cuestiones básicas (como es la de encontrar un plato de comida), sino también como un espacio de lazo y de red con otros para compartir una situación particular», contó Dik y agregó: «Hay angustias que se pueden compartir, es mejor estar con otros que solos, pero lo comunitario excede la posibilidad de dar respuesta. Por eso la salud mental en Mendoza termina siendo un privilegio de clases«.
Fuente y fotos: Gentileza El Sol
