Mendocinos que viajaron en las últimas semanas al exterior aseguran que viven con desconcierto y angustia la última disposición del Gobierno nacional que limitó el ingreso de pasajeros desde el extranjero con un tope máximo que pasó de 2.000 a 600 personas para evitar
Tal es el caso del ex campeón y ahora entrenador Pablo Chacón y la promesa del boxeo provincial, Kevin Muñoz, quienes se encuentran en Barranquilla, Colombia, sin posibilidades de volver tras participar de un evento deportivo.
“No vinimos de vacaciones, vinimos a trabajar, a representar a la Argentina, igual que la Selección de fútbol, pero ellos van y vienen de Brasil al país”, indicó Chacón en diálogo con Canal 9 Televida.
El entrenador contó que el domingo estaba por emprender viaje, pero el vuelo fue suspendido por las nuevas restricciones.
“La verdad es que estamos con una incertidumbre tremenda. No sabemos qué va a pasar. Estamos angustiados. Queremos volver. El organizador del evento nos dijo que no podía bancar más dónde estábamos”, agregó el ex púgil que se encuentra en un hotel y sin demasiadas posibilidades de salir.
Enojo y frustración en Miami
Una situación similar vive el periodista Mauricio Llaver, quien está con su familia en Miami. Fue de vacaciones y para vacunarse. Debía volver el 2 de julio, pero su vuelo fue reprogramado para el 6 de ese mes.
“Ya nos estamos mentalizando de que nos podemos quedar acá más tiempo. Todo es inesperado”, señaló Llaver, quien cuestionó las medidas del Gobierno nacional.
“Uno no puede creer el Estado que tenemos, que sea incapaz de controlar a 2 mil personas que lleguen por día a Ezeiza y después se vayan a su casa. Si yo me tengo que hacer un PCR negativo acá, voy a llegar y me hacen otro PCR, después me tengo que quedar en mi casa y me quedo en casa, que me controlen, ¿cuál es el problema?”, dijo en alusión a la situación que motivó la medida del Ejecutivo.
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Un relevamiento oficial de Migraciones dado a conocer la semana pasada dio cuenta que el 38% que viajan al exterior no cumple con el aislamiento y aumentó la preocupación por el ingreso de la variante Delta al país.
Llaver dijo que el sentimiento es de incertidumbre, pero también de frustración y que los recursos económicos para mantenerse en el país del Norte, no sobran. “Por suerte tengo un respaldo porque saqué un seguro con la tarjeta de asistencia al viajero”, dijo.
En este sentido, apuntó contra la falta de asistencia a los argentinos que ahora están varados y que el Gobierno les sigue cobrando el impuesto PAÍS y no los deja regresar.
También a Eugenia, una sanrafaelina de 47 años, le pareció un sinsentido la medida. Al igual que Llaver, decidió vacunarse en los Estados Unidos y ahora no sabe si podrá regresar al país en el tiempo estipulado.
“La realidad que se está viviendo es de una película de terror, pero trato de tomarme la vida con optimismo. Lo cierto es que el manejo de la pandemia ha sido terrible por parte de Argentina, con tantas idas y vueltas”, dijo la mujer que ya tiene la segunda dosis de la vacuna de Pfizer.
La mendocina tiene pasaje para el 10 de julio, pero estima que no se cumplirá la fecha estipulada. “Ya hablé con mi agente de viaje y me dijo que es probable que todo se retrase. Eso se va viendo día a día y nadie tiene respuestas”, dijo.
En cuanto a su decisión de vacunarse en el extranjero, sostuvo que quería ahorrarse la angustia de esperar la segunda dosis. “En este momento no es como al principio que te vacunan en la playa. En el aeropuerto te dan a elegir por Pfizer o Johnson y yo opté por la primera. Pero hay que sacar turno para lograr la segunda dosis y no encontrás un vacunatorio a la vuelta de la esquina”, dijo.
Y concluyó: “Vamos vacunados, con el PCR y no nos dejan entrar al país. Es insólito”.
Fuente: El Sol
Fotos: Gentileza – El Sol
