Micaela Amaya (28) es mendocina y llegó a Ucrania con sus hijos Tomás (4) y Delfina (5) el 22 de febrero, dos días antes de que las tropas rusas invadieran este país. La esposa del futbolista Gerónimo Poblete quedó varada en Járkov, una de las ciudades más golpeadas por los bombardeos del ejército de Vladimir Putin.
La familia se separó porque Poblete (ex Colón, ex Metz, ex San Lorenzo y ex Vélez Sarsfield) se encontraba con su equipo, Metalist, en Turquía realizando la pretemporada. Cuando intentó volver, la guerra había comenzado y los vuelos fueron cancelados.
La angustia crecía con el correr de los días, pero afortunadamente este domingo la familia mendocina logró reencontrarse en Rumania. Así lo anunció el mediocampista nacido en Tunuyán en sus redes sociales.
«¡Dios es fiel! Al fin juntos. Después de vivir 9 días de mucha angustia, nos volvemos abrazar. Micaela, gracias por tu fe y confianza en Dios, por tu valentía y por tolerar todo lo que te toco vivir. Orgulloso de que seas mi mujer y la madre de mis hijos. Gracias por tu amor y cuidar de ellos cómo lo hiciste. Te amo», escribió Poblete en su cuenta de Instagram
El jugador además agradeció a un compañero de equipo, que logró conseguir un transporte y un chofer para sacar a su familia de Járkov y llevarla hasta la frontera. «Gesto de un gran capitán, te lo agradeceré siempre», concluyó Poblete su mensaje.
En una entrevista con diario Clarín, Amaya relató el drama que vivió con sus hijos mientras se resguardaban de las bombas en el subsuelo del Iris Art Hotel. La mujer y sus dos hijos convivieron con una docena de personas, en su mayoría, ucranianos. La comunicación con ellas se facilitó gracias a la presencia de un traductor español.
«Llegamos acá como una apuesta, con un sueño, pero ahora en lo que menos pensamos es en el trabajo. Queremos abrazar a nuestros seres queridos», dijo Micaela, que logró escapar de la guerra y pudo abrazarse con su esposo.
Fuente y fotos: Gentileza El Sol
