Un área de suma importancia dentro del hospital Schestakow es la escuela Dr. Euser Sticca que brinda servicios a niños internados, desde sala de 3 años y todo el ciclo de nivel primario. Sobre las tareas desarrolladas este año con casi 700 alumnos, su directora-docente, Andrea Calderón, dialogó con FM Vos (94.5) y con Diario San Rafael.
La educación es un derecho que ningún niño debe perder, aunque esté internado con cualquier problema sanitario. Respecto de la función que tiene la escuela hospitalaria ubicada en el primer piso del nosocomio (área de Pediatría), la directora expresó: “Mucha gente ni siquiera sabe que está la escuela Sticca. Nosotros brindamos el servicio educativo a todos los niños que se encuentran hospitalizados en edad escolar, y que obviamente por motivos de salud no pueden asistir a la escuela. Nuestro objetivo es poder garantizar su continuidad pedagógica durante el período que ellos estén internados (independientemente del tiempo que estén). Lo único que nos marca si podemos brindar nuestro servicio es su situación de salud, pero muchas veces acompañamos a las familias y tratamos de estar y acompañar en estos momentos tan difíciles”.
El servicio se dicta “a pie de cama”, por lo que los docentes se dirigen a las habitaciones a brindar el servicio, con las medidas de bioseguridad lógicas. Si los niños están aptos para salir de sus habitaciones, se los lleva al espacio físico del primer piso, siempre respetando lo que decida el personal médico y los padres.
Según un resumen realizado recientemente, en lo que fue el último ciclo lectivo trabajaron con 694 niños, entre sala de 4, sala de 5, casi 50 en educación especial y el resto de enseñanza primaria, lo cual “es un número que ha superado ampliamente los de hace muchísimos años atrás”. Si se tiene en cuenta que ellos únicamente atienden a niños en edad escolar aptos para recibir clases, es alarmante entonces la cantidad de pequeños que hubo en total.
Para desarrollar su tarea, los docentes toman referencia de las escuelas a las que los chicos corresponden a fin de continuar en la misma línea de aprendizaje. La directora Calderón aclaró que es fundamental el establecimiento de un vínculo estrecho, por lo que hay comunicación con otros docentes y directivos, indagando acerca de la situación pedagógica del alumno para conocer qué saberes debería trabajar, cuál es su trayectoria o algún aspecto que merezca especial atención. Si no se pudieran comunicar con la escuela, se adaptan a los conocimientos que deberían darse en el correspondiente ciclo lectivo.
Cabe decir que son ocho las personas que trabajan en la importante escuela Euser Sticca, entre quienes están –además de la directora-docente– dos maestras de enseñanza común, una de nivel inicial, una profesora de artes visuales, un profesor de música, una administradora y una celadora. “Si bien se trata de un equipo pequeño, estamos completos”, aseguró la profesora Calderón.
