Estamos en pleno otoño, época en la que los árboles pierden el follaje de sus copas, lo que para muchos significa una “batalla” con las hojas que quedan en las calles y en las veredas.
Lejos de que las hojas caídas sean vistas como “enemigas”, desde la escuela Martín Güemes de La Llave lanzaron una campaña de concientización sobre la importancia de las mismas como abono y también para mantener la humedad.
“Las hojas de los árboles nos ayudan a conservar la humedad del suelo y lo pueden abonar, porque concentran hasta el 80% de los nutrientes que absorben los árboles y al descomponerse en el suelo pueden ser reabsorbidos por sus raíces”, explican desde la institución educativa, alentando a la comunidad a que –en vez de embolsarlas o dejarlas en las acequias– las coloquen alrededor de los árboles o en los jardines.
En el mismo sentido, recordaron los perjuicios que genera la quema de las mismas, práctica que se encuentra prohibida pero que algunas personas siguen realizando.
“La práctica de quemar hojas es perjudicial por varias razones: la combustión libera monóxido de carbono y humo, dos sustancias que son contaminantes orgánicos persistentes que contribuyen al calentamiento global y afectan la salud de los seres vivos”, explicaron.
Hay que destacar que años atrás el INTA Rama Caída realizó una campaña similar donde promovían barrer las hojas al pasto en el jardín para abonar el suelo de una manera simple y natural.