Fue un momento apenas perceptible, que alcanzaron a ver las pocas personas que estuvieron en la sala en donde se leyó la sentencia a los 8 acusados de matar a Fernando Báez Sosa.
Silvino, el papá de Fernando, apenas movía los labios, pero repetía una frase sin parar. «Te quiero mucho Fer, te quiero mucho Fer», repitió para sí mismo mientras el secretario de juzgado leía las durísimas penas para los 8 acusados.
«Mientras decían las penas, yo decía para mí ´te quiero mucho Fer, te quiero mucho Fer´, tenía palpitaciones y estaba muy nervioso. No sé por qué me pasó eso, debió ser la ansiedad de estar en ese momento tan duro y recordar a mi hijo cómo estaba tirado en el piso», contó.
El padre de Fernando aseguró que, si bien «tenía confianza» de que los ocho acusados del asesinato de su hijo iban a ser declarados culpables, también «tenía dudas», según reportó la agencia Télam

Graciela ( con una medalla en su mano) y Silvino Sosa (Captura de TV)
«Cuando empezó a leer todo y a mencionar a los imputados, me quedé tranquilo hasta que llegó al quinto imputado y cambió la forma de leer el veredicto», recordó Silvino.
El hombre aseguró «fue muy duro» escuchar las condenas impuestas por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, y que en ese momento «estaba muy nervioso» aunque «trataba de que no se note».
«Gracias a Dios cuando salí de la fiscalía me sentí mejor, sentí que ya tenía los pies en el piso y que habíamos conseguido algo muy importante en la justicia argentina», resaltó Silvino.
Graciela aseguró ayer en una conferencia de prensa post sentencia que «después de tanta espera durante tres años, escuchar el veredicto sonó muy fuerte cuando dijo perpetua».
«Sentí una emoción que también me dio un poco de paz en mi corazón porque sé quiénes fueron los que realmente asesinaron a mi hijo», afirmó.
La madre de Fernando contó que después de escuchar la sentencia sintió la presencia de su único hijo, a quien vio «muy sonriente».
«Sentí como una luz como que veía a Fernando muy sonriente, entonces pienso que tengo que dejarlo volar para que descanse. Creo que él no me quiere ver llorando todo el tiempo», sostuvo, con la voz al borde del llanto.
«Yo como madre y Silvino como padre siempre hemos dicho que no vinimos a buscar venganza sino justicia por nuestro hijo», concluyó.
Por otro lado, el padre de Fernando señaló que hasta el momento no tuvo tiempo para hablar a solas con su esposa Graciela sobre lo ocurrido durante la audiencia del veredicto del juicio por el crimen de su hijo.
«Hasta ahora no pudimos darnos un abrazo. No sé por qué. Creo que habrá ya un momento de bajar las tensiones, desahogarnos y llorar. Cuando lleguemos a casa será el momento de abrazarnos y hablar en la situación en la que estamos», se sinceró Silvino, visiblemente emocionado.
Fuente: América 24