«Me fabricaron mansa causa y aquí estoy cansado ya de esto. Los culpables siguen en la calle», aseguró desde la cárcel Alejandro Prádenas en agosto de este año, en un audio que fue publicado por El Sol. El hombre fue condenado en 2009 por la violación y asesinato de su hija, Micaela Reina, ocurrido en 2007 en Guaymallén.
Pese a que la madre de la niña Marta Reina y su ex esposo, Ramón Duarte, deben enfrentar otra vez un juicio por el crimen de la niña de 11 años, por orden de la Suprema Corte de Justicia, el progenitor de la víctima continuaba tras las rejas.
Tras varios años de reclamos, contradicciones e idas y vueltas, este martes el juez David Mangiafico, del Tribunal Penal Colegiado Nº 2, lo sobreseyó y le otorgó la libertad al considerar que extinguió la acción penal en su contra.
La decisión llegó poco más de dos meses después de que el máximo tribunal mendocino dejó firme la sentencia de 15 años de prisión en su contra por abandono de persona de seguido de muerte.
Pero el fallo aún no estaba del todo firme, ya que los defensores Ariel Civit y Gabriela Massad habían presentado un recurso ante la Corte Suprema de la Nación.
Finalmente, fue un magistrado local quien dictaminó que Prádenas debía recuperar la libertad porque la prescripción del delito.
En el medio, se espera que el año próximo sean sometidos a su segundo debate la madre de Reina y Duarte. Ambos fueron absueltos en 2014, básicamente porque la Séptima Cámara del Crimen consideró que no podían ser condenados, ya que otra persona ya había sido hallada culpable por el hecho.
El crimen
La tarde del 17 de mayo de 2007, Micaela Reina fue encontrada sin vida en el interior de una bodega de calle Sarmiento, en Guaymallén.
La niña había sido asesinada y su cuerpo fue descartado en ese lugar, donde lo hallaron un grupo de indigentes. Uno de ellos, identificado como Apolo Jacob Díaz, se convirtió en el primer sospechoso del caso, a quien luego se sumarían Prádenas y su hermano, Walter.
En principio, Díaz quedó complicado por un cotejo de ADN positivo sobre rastros que se hallaron en el pantalón que vestía la víctima al momento de su muerte.
No obstante, con el tiempo se demostró mediante una contraprueba que el cotejo fue contaminado, por lo que Díaz terminó siendo desvinculado de la causa.
En tanto, los hermanos Pradenas enfrentaron el juicio oral y público y Alejandro terminó siendo condenado, mientras que Walter fue absuelto.
Años más tarde, desde la Fiscalía surgió una nueva hipótesis, que daba cuenta sobre la presunta participación de Marta Reina y Duarte. Al hombre lo comprometió un cotejo de ADN positivo y hasta terminó confesando las vejaciones a la niña.
Pese a la contundente prueba en su contra, en noviembre de 2014 la pareja fue absuelta por la Séptima Cámara del Crimen, presidida por Gabriela Urciuolo e integrada por Agustín Chacón y Alejandra Mauricio.
Finalmente, en 2020 Corte local ordenó que Reina y Duarte sean juzgados nuevamente por el abuso sexual y asesinato de la niña.
Fuente y fotos: Gentileza El Sol
