En San Rafael, el extravío y robo de documentación se ha convertido en un problema cada vez más recurrente, afectando a numerosos vecinos que se vieron vulnerables frente a este flagelo. “Es lamentable ver cómo la gente levanta información sobre extravíos de documentos en los grupos de la comunidad, generando una situación compleja en torno al robo de identidad”, expresó a Diario San Rafael y FM Vos 94.5 Esteban Tudurí, quien ha experimentado en carne propia las consecuencias de este problema.
El testimonio de Tudurí no es único; muchos ciudadanos se enfrentaron a situaciones similares, viendo comprometida su seguridad y generando trámites engorrosos. “En mi caso puntual, alguien tomó mis documentos el lunes 15, aproximadamente entre las 12.15 y las 14. y comenzó a realizar gastos, incluso en Mostaza a las 13.36 minutos, pagaron con la tarjeta y comieron más de 50 mil pesos”, relató la víctima, evidenciando la magnitud del problema que los delincuentes consumieron en la hamburguesería y en comercios de venta de ropa que en total rondó los 300 mil pesos. «Inclusive cargaron en una estación de servicios que está registrada la sociedad anónima en la ciudad de Mendoza, pero los han atendido acá en San Rafael», dijo y continuó «Sacaron también en cuotas, en uno en seis, en dos negocios en tres cuotas» .
Según expresó, el hecho se produjo al sustraer la documentación de su vehículo personal, que incluso se dio con el bloqueo del sistema de alarma. “No encontré la cerradura rota ni evidencia de forzamiento, pero mi vehículo desapareció, desencadenando una serie de problemas que aún persisten”, señaló Tuduri.
El proceso de denuncia, fundamental para recuperar la documentación extraviada, expone deficiencias en los organismos encargados de gestionar estos trámites. “Nos encontramos con instituciones que aún funcionan como hace décadas. En el Registro Civil de San Rafael, por ejemplo, el proceso de denuncia es arcaico, con horarios restrictivos y exigencias innecesarias, como la presencia de testigos”, comentó el damnificado.
La burocracia se convirtió en un obstáculo adicional para quienes ya atraviesan una situación complicada. “Es frustrante lidiar con trámites obsoletos mientras enfrentamos la pérdida de documentos y posibles fraudes con nuestras identidades”, agregó Tuduri. La falta de actualización tecnológica en algunos organismos contribuye a la ineficiencia del sistema.
“No se puede trabajar solo como un ente recaudador; es crucial que estos procesos sean ágiles y eficientes. La sociedad merece una atención que se adapte a los tiempos actuales”, sostuvo la víctima del hecho. Además, destacó la necesidad de una modernización integral en diversas instituciones, pues muchas de ellas carecen de equipos y sistemas actualizados.
La experiencia de Tuduri incluyó la detección de consumos fraudulentos, identificando los lugares donde se realizaron los gastos. “Es fundamental que los comerciantes presten atención al verificar la identidad de quienes presentan documentos, especialmente el DNI. La observación cuidadosa puede prevenir fraudes”, advirtió.
A pesar de los contratiempos, Tuduri confía en la capacidad de la Justicia y la Policía para resolver estos casos. “Es fácil detectar las transacciones fraudulentas, ya que muchas veces quedan registradas en cámaras de seguridad. La colaboración entre la comunidad y las autoridades puede llevar a resultados rápidos”, afirmó.
El llamado de Tudurí a la precaución se extendió a toda la sociedad, que debe adaptarse a nuevas medidas de seguridad. “Lamentablemente, ahora debemos tomar precauciones adicionales, como separar documentos y tarjetas, debido a la complejidad de los procesos y la exposición a posibles fraudes”, finalizó.
La víctima reclamó que los organismos estatales debieran contar con tecnología para poder hacer las denuncias por robo y extravío fuera del horario comercial.
