La utilización de la tecnología para el análisis de datos de los alumnos mejora su desempeño

La tecnología y la estadística aplicada a la educación permiten de manera sistematizada obtener información confiable sobre diferentes aspectos. Nancy Montes, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), es una especialista en el tema y fue entrevistada al respecto por FM Vos (94.5) Y Diario San Rafael.
“A partir de que existen sistemas que informatizan y digitalizan los datos relativos de los estudiantes en las escuelas, es posible obtener información sobre su situación escolar más rápidamente y los docentes, secretarios, y directivos puedan destinar el tiempo que habitualmente ocupaban en tareas manuales para esos registros, a las tareas pedagógicas y educativas específicas. Es decir que se ahorra mucho trabajo y esfuerzo de ese trabajo de registro que lleva un tiempo enorme y no siempre las escuelas tienen el personal necesario para hacer estas tareas. Por lo tanto, conceptos de digitalización que ya todos experimentamos en otras esferas de la vida cotidiana, tienen que llegar también a la escuela. Eso es un poco lo que en estos años se vino promoviendo y haciendo. Estos sistemas tienen su potencia cuando son usados para hacer el seguimiento de los estudiantes; hay sistemas que se denominan de alerta temprana que permiten identificar situaciones, por ejemplo, a quienes tuvieron muchas inasistencias en materias básicas de la secundaria, o tienen algún situación familiar que atenta contra la continuidad de los estudios. Entonces la intención, además de servir a procesos administrativos básicos, generar listados de estudiantes, boletines, o inicios de títulos, permite analizar y anticipar la situación de los estudiantes considerando a grupos que tienen mayores desventajas o situaciones de desfavorabilidad sobre las que hay que intervenir”.
Por otra parte, Montes agregó que “siempre decimos los que trabajamos en estos temas es que los sistemas de información tienen que servir para la acción y no solo para arrojar datos, entonces lo que se necesita son recursos, perfiles, personas, que se encarguen de atender esas situaciones de alerta, o de precaución y atención que hay que tener para intervenir. Mendoza en pandemia utilizó muchísimo este sistema nominal que tienen, que se llama GEM, para identificar a estudiantes que estaban desvinculados y quincenal o mensualmente tenían los datos sobre qué estudiantes estaban es esa situación para ir a buscarlos y recontactarlos con las actividades escolares. Por lo tanto, esto permite esa posibilidad de identificar estudiantes que no tenían los medios tecnológicos para conectarse, resolver los temas tecnológicos de equipamiento, o el seguimiento de la asistencia que también se hizo en Mendoza con el sistema GEM, o también identificar estudiantes con dificultades de alfabetización en lectura y escritura para mejorar, sobre todo, esas capacidades. En un contexto de pocos recursos resulta esto todavía más necesario. Hay estudiantes que no necesitan tanto acompañamiento como otros y algunos lo requieren con más intensidad”.