Las “catas” también generan daños en las fincas locales

Desde hace un tiempo las catas se han convertido en un problema para varios departamentos de la provincia. Incluso se la ha llegado a declarar perjudicial y dañina en San Martín, Rivadavia, Junín, Maipú y Luján de Cuyo.
En varios de estos puntos han causado graves perjuicios a los productores y se trata de aplicar planes “amigables” para espantarlas sin necesidad de erradicarlas. Así, se utilizan técnicas como descolgar los nidos, utilizar rayos láser para causarles molestias y liberar aves rapaces rehabilitadas para atemorizarlas.
Las catas no solo se alimentan de los frutos, sino que en la etapa de floración también destruyen la producción, lo que causa mucha preocupación a los finqueros.
Las catas son una especie silvestre autóctona, pero tienen las características de una especie invasora. Están presentes en el 90% del territorio provincial. Esto también incluye obviamente el 3% de la superficie cultivada de Mendoza, por lo que nadie está exento de los daños.
Productores sanrafaelinos se vieron también perjudicados por esta situación, como les ocurrió en una plantación de maíz a los dueños de una granja ubicada en la zona de Cañada Seca.
“Llegaron esas bandadas rapaces que en pocos días te arruinan. Son tan inteligentes que cualquier método (espantapájaros, ahuyentador por sonidos) que utilices lo estudian, aprenden y superan”, contaron desde la granja Lodebar, quienes agregaron que parte de la superpoblación se debe a que “las aves rapaces que controlaban a las catitas ya no están y hasta es difícil conseguirlas, por lo que se rompe el ciclo y se desequilibra la balanza”. Incluso contaron que hay personas que las “alquilan” para el control de plagas.