En la Legislatura lo estaban esperando y la cita fue este jueves en la mañana: el ministro de Seguridad, Raúl Levrino, y el jefe de Policía, Roberto Munives, fueron a rendir cuentas sobre su gestión. El clima en el que se dio la reunión ya estaba «recalentado» desde hacía algunas semanas, cuando la oposición reclamaba la visita del funcionario en la Casa de las Leyes.
En total, fueron ocho los pedidos que hizo el justicialismo para que Levrino asista a la Bicameral de Seguridad. En el Gobierno postergaron la visita para después de las elecciones PASO, con la intención de despegar el debate del calor electoral. No obstante, el debate tuvo sus momentos acalorados, cuando el ministro y los legisladores se cruzaron por definiciones políticas.
El ministro de Seguridad expuso durante más de media hora los datos de su gestión y marcó el eje de su defensa: «En Mendoza hay una política de Seguridad Pública que comenzó en el 2016, a través del entonces gobernador Alfredo Cornejo y que tiene una continuidad en la gestión de Rodolfo Suárez«, dijo en relación a la acusación que le hacían desde el PJ de no tener política en la materia.
«Los mismos que hoy nos interpelan son los que estuvieron con Celso Jaque (PJ) con el mapa del delito. Son también los que participaron en el gobierno de Francisco Pérez, cuando se desmanteló el Ministerio; no había balas, ni chalecos antibalas. Hoy hay política de seguridad, con indicadores que muestran que el accionar que llevamos a cabo», dijo en una de sus definiciones más políticas, en las cuales apuntó en varias ocasiones contra La Cámpora.
En su exposición, el funcionario marcó los «los tres pilares» de la cartera y se explayó con números en torno a cada uno, los cuales consisten en el recurso humano, la tecnología aplicada a la Seguridad y los datos que proporcionan los indicadores para luego medir y tomar decisiones.
Entre los principales puntos, aseguró que tomando como referencia el 2015, la tasa de homicidios pasó del 9.5% por cada 100 mil habitantes en aquel año, a 4.4% en el 2021. «Tomamos estos datos medidos en el mediano y largo plazo, no con sucesos puntuales», señaló Levrino.
Otro indicador que destacó son los delitos agravados con el uso de arma. «Cuando se implementó esta política de seguridad, hubo una disminución del 35%», dijo el titular de Seguridad y aseguró: «En el gobierno de Suárez profundizamos estos lineamientos. Nos encontramos con una política planificada, queremos dar un salto de calidad.
En su repaso, destacó el sistema monitoreado del Gran Mendoza, el fortalecimiento del policiamiento- lo que implica un trabajo conjunto con la policía departamental y personal del municipio-, la capacitación del recurso humano y la incorporación de tecnología aplicada a la Seguridad, entre lo que mencionó el sistema de identificación facial en patrulleros inteligentes y en cámaras portátiles, los detectores de patentes y el sistema Tetra, entre varios aspectos más.
La pelea política
En cambio, Levrino reconoció que hubo un aumento en la modalidad de hurtos, aunque vinculó el «índice negro» con políticas macroeconómicas nacionales.
«Hubo un incremento de la inflación, desempleo y la pobreza», señaló Levrino y disparó el enojo opositor.
En realidad el ambiente ya venía enrarecido. El presidente de la Bicameral de Seguridad, Rafael Moyano, interrumpió el discurso de Levrino para pedirle que todos los datos los dejara por escrito para pasar a responder las consultas de los legisladores. El hecho «desencajó» al funcionario, que no pudo evitar mostrar su malestar y largó su mensaje en contra las gestiones peronistas.
«Acá hay una política en Seguridad. Hemos dado los indicadores que, cuando le tocó gobernar a La Cámpora, ni los tenían», se despachó el funcionario. La frase despertó los gritos en el primer piso del nuevo edificio de la Legislatura, en donde los opositores acusaron al ministro de «venir a hacer política». «Aprendé a escuchar», «pensá», «dejá de estigmatizar», se escuchó entre los gritos opositores, que la prensa seguía a través de una pantalla en la plata baja del Edificio Margarita.
En un momento, el subsecretario de Seguridad, Néstor Majul, se mostró emocionado y se refirió a una de los agravios que recibió en el torbellino de gritos. «Me cuestan mucho estos 130 kilos. Que me digan ‘callate gordito’ me hiere. A mí me gusta la discusión política, pero en el marco del respeto», se defendió.
La reunión continuó con las preguntas de los legisladores, quienes interrogaron a los funcionarios de Seguridad por distintos temas. El diputado justicialista Néstor Márquez dijo que el malestar tenía como base el hecho de que era la primera reunión en dos años de gestión.
El candidato a diputado nacional, Mario Vadillo, preguntó por la tarea de prevención en el festejo por el aniversario del Club Godoy Cruz, en el que se reunió una gran cantidad de personas en el marco de las restricciones por la pandemia.
En la ronda de consultas también participaron los legisladores Marcelo Romano, Lucas Ilardo, Germán Gómez, Ernesto Mancinelli, Rolando Baldasso y Mercedes Llano.
Fuente. El Sol
