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viernes 19, de abril , 2024

Llegó a Mendoza tras la Primera Guerra Mundial, fue reina de la Vendimia y cumplió 100 años

Alessandra Zago, más conocida como Sandra o Nana, tenía dos años cuando junto a sus padres emigró desde Italia a Mendoza buscando un futuro mejor tras la devastadora Primera Guerra Mundial. Este domingo, festejó sus 100 años de vida rodeada de sus seres queridos, en Guaymallén.

Como hija de un combatiente de la Gran Guerra, desde muy pequeña entendió que tenía que luchar por sus sueños. Así, cuando era poco frecuente ver a una mujer conduciendo un auto, aprendió a manejar, fue reina de la Vendimia de Medrano, Junín, y formó una familia numerosa.

“Es un orgullo verla bien y lúcida”, aseguró Rubén López, su hijo, quien sostuvo que ella sólo tiene algunos problemas de audición, pero como se puede ver en un video que difundió su familia, recuerda y puede recitar en un claro italiano un poema de su tierra.

Un futuro mejor en Mendoza


Como informa El Sol, Alessandra nació el 29 de mayo de 1922 en Cappella Maggiore, una pequeña comunidad italiana de la provincia de Treviso, en la región de Véneto. Pero estuvo allí por dos años, ya que sus padres, Luis y Josefina, decidieron viajar a la Argentina.

“Su papá se convirtió en el mejor sastre, luego de vivir la Primera Guerra Mundial como soldado del ejército italiano y los sinsabores de ser prisionero en Austria”, relató Estela, la esposa de Rubén, quien en los últimos días se volvió una especie de biógrafa y realizó un texto con su historia para festejar el centenario del natalicio de su suegra.

En primer momento se instalaron en la Ciudad de Mendoza y allí nació Mario, su hermano. Sin embargo, en la década del ‘30, tomaron un nuevo destino, en Medrano.

“En ese hermoso paraje mendocino, aprendió a manejar, muy joven y audaz, recorriendo las calles con carnet en mano a los 16 años, en el auto de don Luis”, detalló Estela.

Sandra se adaptó a la tranquilidad del pueblo, mientras su padre se convertía en “el sastre” del lugar. Fue reina de la Vendimia por su distrito en la década del 40 y luego conoció a quien se convertiría en su esposo, el gendarme Sebastián López. 

Sandra en su carro vendimial en 1940, festejando sus cien años y el día de su casamiento.

Según contaron, “su uniforme y su personalidad” la cautivaron, de hecho, con él se casó y tuvo dos hijos, María Inés, que fue profesora en la Universidad Nacional de Cuyo, y Rubén.

Debido a la profesión de su marido, lo acompañó por varios destinos y también cuidó a sus padres hasta sus últimos días.

Actualmente, tiene seis nietos y seis bisnietos, algunos de ellos que se encuentran en Ecuador y vive con su hija, María Inés.

“Ella decidió que el festejo fuera íntimo, rodeada de los suyos”, dijo Rubén y afirmó que por su fortaleza, su madre no sufrió el impacto de la pandemia.

“Es la primera que llegó a ver cien años de muchas historias. Cien años, acompañada de los valores más importantes: familia, cariño y una gran salud”, cerró Estela.

Fuente y fotos: Gentileza El Sol

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