La imponente montaña mendocina es una atracción tanto para los turistas como para los habitantes de la provincia. Cada vez hay más grupos de amigos que hacen trekking por los diferentes cerros y también más foráneos que se acercan en busca de aventuras entre las cumbres.
Sin embargo, para que la jornada en la montaña sea un buen momento y un buen recuerdo a futuro, hay que tener en cuenta la intensidad o la dificultad de la zona que se visita. Y aún más importante, hay que conocer si el estado físico de la persona es el adecuado para subir determinado cerro. Está clarísimo que nadie decide de un día para el otro emprender la travesía de hacer cumbre en el Aconcagua porque requiere meses de entrenamiento. Pero hay otros picos que implican mucha preparación física, conocimiento del terreno y equipo adecuados para realizarlo.
El Sol dialogó con diferentes guías de montaña, quienes contaron cuáles son los más visitados, los que se pueden realizar en familia e indicaron que puntos hay que tener en cuenta antes de emprender un trekking.
Las profesionales señalaron que lo que se recomienda es realizar la excursión acompañados de guías, consultar previamente con el médico si el esfuerzo que va a implicar la actividad puede o no afectar a la persona –sobre todo si tiene una patología de base- y, especialmente, tener en cuenta la dificultad de cada cerro y el equipo e indumentaria que se necesita para poder ascender y descender sin imprevistos.
También es muy importante contar con un buen descanso previo, ver las condiciones del tiempo, informar a conocidos qué circuito se irá e investigar si en el lugar hay señal de celular para prever la forma de comunicación que se utilizará en ese viaje.
El cerro más elegido por los mendocinos
El cerro Arco está situado al oeste y pertenece al departamento de Las Heras. Tiene una altura de 1.668 msm, desde la base son 543 metros de desnivel y 4,5km de recorrido. Es el cerro más emblemático e icónico para las personas que se inician en deportes de montaña.
“El Arco es un cerro cuyo ascenso es apto para toda la familia. De mediana a baja complejidad, de fácil acceso y con una ruta bien marcada. Lo que siempre recomendamos a quien vaya a subirlo es que vaya con un buen descanso previo, hidratarse (llevar dos litros de agua por persona), llevar protección para el sol e ir cumpliendo con las postas de descanso que hay en el lugar. En cada posta hay cartelería con reseña de la flora y la fauna. La llegada a la cumbre y retorno son entre tres y cuatro horas”, indicó Rodrigo Pérez Esquembre, director de Turismo de ese departamento.
Las actividades que organizan desde esta comuna están lideradas por el guía profesional Diego Ortiz, quien le enseña al grupo por dónde y cómo transitar y hasta ofrece indicaciones de primeros auxilios en caso de una emergencia. Ortiz dijo que una de las primeras cosas que la persona tiene que saber es cuánto va a caminar para evaluar si va a poder realizar el ejercicio.
Además, el experto indicó que en El Challao, Uspallata y alta montaña hay diferentes cerros que se pueden recorrer, pero que varios de ellos solamente son para experimentados y algunos demandan mucha destreza física y un perfecto conocimiento del lugar, que no son recomendables visitar sin un guía. Como es el caso del Tolosa, que se ha cobrado varias vidas, o el Bonilla que requiere conocimiento de la zona para poder llegar a él.
“En El Challao, podés hacer el Áspero, Gateado, Vizcacha y Mesillas, te va a llevar entre 12 a 18 horas (entre ida y vuelta). Tienen una altura entre 2.000 y 2.300 msnm y requieren de una preparación física”, indicó Ortiz, quien señaló que siempre es muy importante hidratarse y protegerse del sol.
Para quienes elijan Uspallata, el guía señaló que allí se pueden encontrar: el Montura, que tiene 5.400 msnm, se realiza entre dos a tres días y se necesita contar con una logística y entrenamiento físico. Allí, también se encuentra el Colorado (3.200 msnm), que implica un tiempo de entre cuatro a cinco horas y su dificultad es media. Mientras que el Siete Colores (2.350 msnm) es un cerro ideal para visitar en familia.
Ortiz indicó que adentrándose en alta montaña está el Puquios (3.878 msnm), que tiene una dificultad media y recorrerlo puede implicar entre ocho a nueve horas, al igual que el Mario Ardito (3.720 msnm).
Además, el experto comentó que a quienes le interese la actividad tienen al alcance varias apps para poder interiorizarse sobre los diferentes picos y entres las que recomendó se encuentra Wikiloc.
Los cerros lujaninos bajo la lupa de un experto
Santiago Díaz es el responsable de la Escuela Municipal de Montaña de Luján y comentó que, los fines de semana en ese departamento, los picos más visitados son: «El Comisión, el Negro y el Colorado de la Crucesita (el nombre de este sitio se escribe con “s”), el Camello, el Dedos, el Manos y el Baños. En esta lista te los menciono de menor a mayor dificultad», dijo el guía de montaña.
Y, párrafo seguido, recomendó para los estudiantes de primaria y secundaria hacer el trekking a la Garganta del Diablo, que es una actividad que el municipio ofrece y que no implica dificultad técnica. «Es muy fácil hacerla, muy linda para los chicos de primaria, es un recorrido corto en el que encontrás agua y, una vez que llegas al sitio, podés realizar un desvío para ir a un sector de bentonita a cielo abierto con un paisaje muy bonito», afirmó Díaz.
Desde Luján señalaron que, además, la Quebrada de los Berros, la Crucesita, el Campanario, la Cascada del Ángel, entre otros circuitos de ese departamento, son los más indicados para toda la familia. Mientras que los más elegidos por los jóvenes son el Comisión, el Negro de la Crucesita y el Baños. Los aficionados a la montaña, que cuentan con preparación física, eligen: «El Colorado de la Crusecita, el Camello, también le apuntan al Baños porque es más dificultoso y al Mailhos, que se podría hacer en familia, pero al tener que caminar tanto para llegar a él va más gente de montaña», sintetizó el funcionario municipal.
Un punto a tener en cuenta, según el experto, es que la precordillera mendocina se transita durante el invierno porque en el verano es muy desgastante por el sol. También indicó que muchos cerros los comparten con Las Heras y que, dependiendo el punto cardinal, el visitante está en uno u otro departamento.
Diego Dómine es aficionado a la montaña y propietario del Hospedaje Don Alberto, en Potrerillos, y señaló que nota que hay dos extremos en los turistas que buscan experimentar en la montaña: «Está el que no conoce nada de montaña y quiere hacer una caminata por los cerros. A ese turista hay que guiarlo bien y recomendarle circuitos cortos y fáciles como el cerro Cocodrilos, por ejemplo, que se puede hacer con chicos. Después están los visitantes que vienen con el objetivo de hacer la Cascada de El Salto porque creen se hace en un ratito y no es así. Son siete horas de trekking y que en la última etapa se pone exigente. Entonces, no es algo que se pueda ir de corajudo. Además, hay que coordinar con la gente que tiene a cargo el predio. Es una actividad que se planifica».
Valle de Uco y San Rafael
En el Valle de Uco, el cerro más visitado es el Manzano, que posee acceso por dos senderos: el primero por detrás del monumento Retorno a la Patria y el segundo al oeste a la altura de las Ruinas del Samay Huasi. «Es el de mayor concurrencia por la facilidad de acceso», explicó Elizabeth Marincka, directora de Turismo de Tunuyán y señaló que el cerro Punta Negra también es protagonista en las experiencias de la Reserva Natural Portillo Piuquenes. Además, comentó que se organizan expediciones de grupos especializados al Mesón San Juan y Marmolejo, que se hacen en temporada estival.
Por su lado, San Rafael propone trekkings al Cañadón de Cochico en Valle Grande, que implica una dificultad física moderada. En esa zona, otro de los circuitos es al cerro Carrizalito, que tiene 1.350 msnm y posee desde su cumbre una vista panorámica increíble, donde se puede apreciar el cerro Nevado, el Dique Valle Grande y la ciudad de San Rafael. La duración de este recorrido es entre seis a siete horas y tiene una dificultad física moderada.
En el sur provincial, otro de los cerros para visitar es el Nevado (3.810 msnm), que se encuentra entre San Rafael y Malargüe. Es un pico de origen volcánico que implica una dificultad física moderada-alta. Desde su cumbre se puede observar el volcán Payún Matrú, la Laguna de Llancanelo, el Nihuil, y los cerros Diamante y Sosneado y parte de Malargüe y San Rafael con solo girar el cuerpo. Para visitar este pico, como el resto de los que se encuentra en tierras mendocinas, siempre es recomendable ir con un guía.
Fuente: El Sol
