Los casamientos en Mendoza registraron una abrupta caída durante el 2020 como consecuencia de la pandemia de coronavirus. Mientras que en 2019, contrajeron matrimonio 5.574 parejas, el año pasado sólo se produjeron 2.563 enlaces. El número representa una baja del 54%.
A la par, las uniones convivenciales sufrieron una disminución del 52%, con 1.898 relaciones inscriptas, según datos del Registro Civil de la provincia.
Desde las empresas organizadoras de eventos aseguraron que los novios decidieron posponer sus planes ante la falta de previsibilidad que generó la cuarentena y las restricciones para hacer eventos masivos.
A Flourish data visualization
Durante las tres primeras semanas del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), los matrimonios no formaron parte de las excepciones y quedaron suspendidos.
Luego, se habilitó un sistema de turnos previos y la sede del Registro Civil, pudieron estar presentes los novios, los testigos y una persona para filmar o fotografiar el acto.
Vestidos con barbijo
El diseñador de moda, Ariel Quintana, consideró que la rueda comenzó a moverse de a poco a partir del Decreto 1650 del 15 de diciembre del 2020, que permitió las reuniones sociales y los eventos al aire libre hasta un máximo de 250 personas.
Si bien durante el año pasado hubo poco movimiento, Quintana aseguró que supo adaptarse al nuevo contexto y que tuvo que incorporar un barbijo al clásico ajuar nupcial.
“Ahora todas se quieren casar y ya entregué vestidos para enero, febrero y marzo del 2021. Hice las entregas puntuales para lidiar con apuros y que llegada alguna suspensión ya tuvieran su traje con ellas”, detalló.
Quintana sostuvo que no faltan las madrinas que llegan a su atelier en busca de un vestido para la celebración.
Mientras, en una casa de trajes de novia la vestimenta para la gran noche llegan hasta los $100.000. Un vestido de alta costura, hecho a mano, parte de los $60.000.
Sin baile, no hay fiestas
La wedding planner Sol Castilla indicó que durante el 2020 tuvo una baja del 100% en su trabajo. Y es que la organizadora de eventos realiza celebraciones masivas y los enamorados querían vivir su gran noche sin restricciones y sin miedo al contagio.
“La previsibilidad que generó la cuarentena y las restricciones para hacer eventos masivos, sin baile llevó a los novios a postergar su boda”, dijo y recordó que el 21 de marzo realizó el último evento.
En tanto, señaló que en los últimos días comenzaron a ingresar consultas.
Por su parte, Mauricio Sequeiros, de la asociación de propietarios de salones de fiestas, afirmó que hay confusión en la interpretación del decreto del Gobierno en relación a la posibilidad o no de bailar.
“Así, se siguen estimulando las fiestas clandestinas. Las fiestas sociales, en lugar de realizarse en un lugar habilitado y dentro de un protocolo, se realizan en lugares alejados fuera de cualquier tipo de control”, lanzó.
El empresario precisó que “hay municipios que interpretan que el decreto permite el baile y otros, como Guaymallen, que no. Expresamente la Dirección de Comercio nos indica que no está permitido el baile en Guaymallén, lo que deja a muchos salones en desventaja para poder vender ya que los clientes quieren fiesta con baile”.
Desde el sector pidieron que el Gobierno provincial se exprese en la interpretación del decreto. “Es lo que venimos reclamando para igualar así la condiciones”, concluyó.
Fuente: El Sol
