Desde que empezaron a conocerse en el mundo los efectos del coronavirus y la cantidad de vidas que se estaba cobrando el mal, Nicole entró en pánico. Su principal temor es que sus hijas pudieran contagiarse y por eso, acató a rajatabla el aislamiento preventivo. Es más, las pocas veces que salió de su casa fue para trabajar o para comprar comida y siempre lo hizo con barbijo, guantes y alcohol en gel en su cartera.
Pero la realidad es que, al estar separada del padre de las nenas, tuvo que permitirles que fueran a la casa no sin antes llenarlas de advertencias: «Les dije que no tocaran nada, que tuvieran mucho cuidado, especialmente en el ascensor del edificio donde la gente sube, estornuda y toca todos los botones… eso me da pánico», comenzó y agregó: «las mandé en un auto, con guantes y barbijos; les pedí que tomaran la vitamina c y que coman sano por el sistema inmunológico».
«La realidad es que las chicas no veían al papá desde hacía un mes porque él se fue de vacaciones y tuvo que estar en cuarentena otros 14 días… me parecía que tenían que verlo para no generar más angustia», explicó.
En cuanto a cómo pasa los días en la soledad de su casa, fue más que sincera: «Cuando ellas estaban, el día se me pasaba más rápido pero bueno… estoy aprendiendo a estar sola, completamente con mi ser».
Fuente: Pronto