La Argentina se retiró de las negociaciones que llevaba adelante el Mercosur para avanzar en un acuerdo de libre comercio con Corea del Sur. El Gobierno decidió dejar de participar de los diálogos tanto con las autoridades surcoreanas como con las de Canadá, India y el Líbano, con quienes se intenta establecer tratados comerciales, así como también de las futuras charlas con otros países. Sin embargo, la medida no incluía a las negociaciones «ya concluidas con la Unión Europea y con la Asociación Europea de Libre Comercio».
«En un mundo que se achica darle la espalda al comercio exterior puede significar perder mercados. Mercosur es una de las pocas Políticas de Estado que se mantiene desde hace más de 30 años. Estas decisiones deben consensuarse con todas las fuerzas políticas», opinó Enrique Vaquié, ministro de Economía de la provincia.
Las razones que expuso el Gobierno argentino se basaron en que, según adujeron, las negociaciones que se estaban realizando eran perjudiciales para el país, porque se trataba de acuerdos de libre comercio con países que producen bienes que compiten directamente con la industria local: en el duro escenario que deja la pandemia de coronavirus, esos acuerdos podrían dañar severamente a la producción nacional.