SECCIONES
  • Nadie debería creerse perfecto, ni preocuparse demasiado por el hecho de no serlo. | Bertrand Russell

sábado 20, de abril , 2024

Natalie Weber: “Con Mauro siempre nos reconciliamos en la cama”

Se están por cumplir tres meses de cuarentena obligatoria en la Argentina por la pandemia del COVID-19 y Natalie Weber (34) contó cómo son sus días de aislamiento junto a su familia: el futbolista Mauro Zárate (33) y sus hijos Mía (8) y Rocco (4). La modelo brindó una entrevista vía vivo de Instagram de Pronto al periodista Nico Peralta y habló de todo: su estado de salud, la cotidianeidad de una casa donde sus integrantes no se despegan casi en ningún momento y cómo encuentra intimidad con su marido al tener hijos chicos y estar todo el tiempo juntos. “Estamos haciendo la cuarentena con el representante de Mauro, Walter, su mujer Fátima y su hijo Cristiano. Somos siete acá, ¡un batallón!”, arrancó la ex panelista de Incorrectas.

-¿Por qué son tantos?

-Porque el representante de Mauro con su familia tuvieron un percance en la casa hace un mes y medio y se vinieron para acá hasta que pudiera solucionarse eso. Una vez que se solucionó, les dijimos que se queden porque la pasamos mucho mejor acompañados. Cristiano tiene la misma edad de Mía y decimos que son como primitos. Nacieron con 20 días de diferencia y se criaron juntos.

-¿Cocinás?

-No. Cocina Mauro, Walter, muy pocas veces yo y Fati nunca. Nos vamos turnando y como nos la pasamos limpiando, vamos dividiendo las tareas. No tengo ayuda, estamos en una casa grande y por la pandemia uno tiene más asepsia que lo común. Además, estamos con tres chicos que comen, tiran, ensucian y cada cosa que comen termina en el piso. Hay que pasarle lavandina a todo y hacemos todo un operativo cuando salimos a comprar comida. Estamos viviendo algo histórico.

-¿Te angustia la situación?

-Me angustia no poder ver a mis papás, que son personas de riesgo, y a veces tengo pesadillas. La incertidumbre de no saber qué va a pasar y hasta cuándo vamos a estar acá. La pandemia afecta a todo el mundo, en mayor o menor escala. En mi caso, soy una bendecida y tengo que agradecer muchísimo. Me quejo por el encierro pero tengo la tranquilidad de que, gracias a Dios, llego a fin de mes. A todos nos afecta en mayor o menor escala y a mí me afecta en que no sé cuándo volveré a ver a mi mamá o si pasa algo en mi familia y no puedo ver a mis padres. Hace tres meses y medio que no puedo abrazar a mi mamá y solo le llevo la comida, se la doy de lejos por medio de un vidrio y nada más. Eso me angustia, soy bastante mamera y eso me pone bastante triste. Es más: volví a hacer terapia el lunes pasado, una vez por semana por FaceTime.

-¿Qué es lo que más te molesta de Zárate conviviendo 24×7?

-Dos cosas. Uno: la Play. La odio, la detesto, ¡la odio bien desde acá adentro! Creo que a todas las mujeres les debe pasar lo mismo: no sé qué genera en la mente del hombre y el ser humano se vuelve estúpido. ¡Te lo juro por Dios! Se están peleando los nenes, se le cayó una cortina al lado y me entero porque viene Rocco y me dice: “Mamá, Mía tiró la cortina”. ¡Y estaba él y el representante uno en cada Play jugando y no se dieron cuenta de que se les había caído una cortina al lado! Eso me pone loca.

-¿Y qué más?

-Otra cosa que me pone de muy malhumor es que no me levanta ni un plato ni un vaso de la mesa. Te juro que en esto lo voy a sacar bueno. Si se lo digo, me dice: “Sí, dale, ahora voy” pero tengo que esperar 3 horas para que termine su partidito de la Play y levante su vaso. No le nace hacerlo y yo me pongo loca. Termino de limpiar la cocina, pasar el trapo y a él se le ocurre darles galletitas a los nenes, van dejando migas por todo el piso y yo recién acabo de aspirar y de limpiar todo. Esas dos cosas me ponen de muy malhumor. Pero en todo lo demás me tengo que sacar el sombrero porque Mauro nunca tiene la oportunidad de estar tanto tiempo en casa con los chicos. Se afianzó muchísimo más el vínculo con ellos.

-¿Cómo se lleva Mauro con los quehaceres domésticos?

-¡Un desastre! Es un desastre. Es lo único malo que puedo decir. Eso y la Play. ¿Sabés qué hace? Se baña pero si el canasto de la ropa sucia no está es porque lo bajé para poner la ropa en el lavadero. ¿Sabés lo que hace? No baja la ropa sino que la deja tirada en el piso en el lugar donde va el cesto. Cuando se lo digo, me responde: “Yo no te pido que estés limpiando todo el tiempo. Es más, me molesta que te la pases limpiando todo el tiempo”.

-Contaste que cumple muy bien en otro ámbito. Lo elogiaste en la cama.

-Ah, bueno, sí, en eso sí. Es intachable. Hemos utilizado esa parte muchas veces para reconciliaciones: la cama

ENTREVISTA A FONDO
Natalie Weber: “Con Mauro siempre nos reconciliamos en la cama”
NICOLAS PERALTA | 09/06/2020 | 13:06 Imprimir esta página

La modelo contó a Pronto cómo pasa la cuarentena en familia, qué la enoja de su marido futbolista y cómo se le va el malhumor. “Elegimos la siesta”, revela.
Se están por cumplir tres meses de cuarentena obligatoria en la Argentina por la pandemia del COVID-19 y Natalie Weber (34) contó cómo son sus días de aislamiento junto a su familia: el futbolista Mauro Zárate (33) y sus hijos Mía (8) y Rocco (4). La modelo brindó una entrevista vía vivo de Instagram de Pronto al periodista Nico Peralta y habló de todo: su estado de salud, la cotidianeidad de una casa donde sus integrantes no se despegan casi en ningún momento y cómo encuentra intimidad con su marido al tener hijos chicos y estar todo el tiempo juntos. “Estamos haciendo la cuarentena con el representante de Mauro, Walter, su mujer Fátima y su hijo Cristiano. Somos siete acá, ¡un batallón!”, arrancó la ex panelista de Incorrectas.

-¿Por qué son tantos?

-Porque el representante de Mauro con su familia tuvieron un percance en la casa hace un mes y medio y se vinieron para acá hasta que pudiera solucionarse eso. Una vez que se solucionó, les dijimos que se queden porque la pasamos mucho mejor acompañados. Cristiano tiene la misma edad de Mía y decimos que son como primitos. Nacieron con 20 días de diferencia y se criaron juntos.

-¿Cocinás?

-No. Cocina Mauro, Walter, muy pocas veces yo y Fati nunca. Nos vamos turnando y como nos la pasamos limpiando, vamos dividiendo las tareas. No tengo ayuda, estamos en una casa grande y por la pandemia uno tiene más asepsia que lo común. Además, estamos con tres chicos que comen, tiran, ensucian y cada cosa que comen termina en el piso. Hay que pasarle lavandina a todo y hacemos todo un operativo cuando salimos a comprar comida. Estamos viviendo algo histórico.

-¿Te angustia la situación?

-Me angustia no poder ver a mis papás, que son personas de riesgo, y a veces tengo pesadillas. La incertidumbre de no saber qué va a pasar y hasta cuándo vamos a estar acá. La pandemia afecta a todo el mundo, en mayor o menor escala. En mi caso, soy una bendecida y tengo que agradecer muchísimo. Me quejo por el encierro pero tengo la tranquilidad de que, gracias a Dios, llego a fin de mes. A todos nos afecta en mayor o menor escala y a mí me afecta en que no sé cuándo volveré a ver a mi mamá o si pasa algo en mi familia y no puedo ver a mis padres. Hace tres meses y medio que no puedo abrazar a mi mamá y solo le llevo la comida, se la doy de lejos por medio de un vidrio y nada más. Eso me angustia, soy bastante mamera y eso me pone bastante triste. Es más: volví a hacer terapia el lunes pasado, una vez por semana por FaceTime.

-¿Qué es lo que más te molesta de Zárate conviviendo 24×7?

-Dos cosas. Uno: la Play. La odio, la detesto, ¡la odio bien desde acá adentro! Creo que a todas las mujeres les debe pasar lo mismo: no sé qué genera en la mente del hombre y el ser humano se vuelve estúpido. ¡Te lo juro por Dios! Se están peleando los nenes, se le cayó una cortina al lado y me entero porque viene Rocco y me dice: “Mamá, Mía tiró la cortina”. ¡Y estaba él y el representante uno en cada Play jugando y no se dieron cuenta de que se les había caído una cortina al lado! Eso me pone loca.

-¿Y qué más?

-Otra cosa que me pone de muy malhumor es que no me levanta ni un plato ni un vaso de la mesa. Te juro que en esto lo voy a sacar bueno. Si se lo digo, me dice: “Sí, dale, ahora voy” pero tengo que esperar 3 horas para que termine su partidito de la Play y levante su vaso. No le nace hacerlo y yo me pongo loca. Termino de limpiar la cocina, pasar el trapo y a él se le ocurre darles galletitas a los nenes, van dejando migas por todo el piso y yo recién acabo de aspirar y de limpiar todo. Esas dos cosas me ponen de muy malhumor. Pero en todo lo demás me tengo que sacar el sombrero porque Mauro nunca tiene la oportunidad de estar tanto tiempo en casa con los chicos. Se afianzó muchísimo más el vínculo con ellos.

-¿Cómo se lleva Mauro con los quehaceres domésticos?

-¡Un desastre! Es un desastre. Es lo único malo que puedo decir. Eso y la Play. ¿Sabés qué hace? Se baña pero si el canasto de la ropa sucia no está es porque lo bajé para poner la ropa en el lavadero. ¿Sabés lo que hace? No baja la ropa sino que la deja tirada en el piso en el lugar donde va el cesto. Cuando se lo digo, me responde: “Yo no te pido que estés limpiando todo el tiempo. Es más, me molesta que te la pases limpiando todo el tiempo”.

-Contaste que cumple muy bien en otro ámbito. Lo elogiaste en la cama.

-Ah, bueno, sí, en eso sí. Es intachable. Hemos utilizado esa parte muchas veces para reconciliaciones: la cama.

-Con tanta gente en la casa, ¿cómo encuentran intimidad?

-Te voy a explicar: nosotros somos muchos pero viste que está el mañanero y el nochero. Bueno, nosotros metemos el merendero. La siesta. Ninguno de los tres chicos que tenemos en casa duerme la siesta pero yo digo: “Mamá se va a bañar, acaba de terminar de entrenar”. Y papá en ese momento sube a cambiarse también. Entonces, los pibes están entretenidos y el representante de Mauro hace de niñero a veces también. En cuarentena, sin ayuda y estando 24 por 7 con los nenes, te tenés que organizar de tal manera. A muchas parejas esto les ha matado la pasión. Ahora me maquillé para hacer este vivo pero sino estoy con el rodetito, el pijama y las pantuflas, que las tengo a mano siempre. No es que Mauro se levanta, me ve cambiada y dice: “Uy, qué buena que está mi mujer”. ¡No es el caso!

-¿Cómo estás de salud?

-De salud estoy muy bien, gracias a Dios. Mis controles son cada seis meses, tuve el último hace dos semanas y fue toda una odisea ir a la clínica porque estoy con el cagazo por todo lo del coronavirus. Obviamente, tuve que ir sola y no me pudo acompañar ni mi mamá ni mi marido. Fui sola, me tomaron la temperatura para entrar al hospital, había muy poca gente y gracias a Dios salió todo bien. Pero siempre que voy a un control, la noche previa, los minutos antes de entrar y durante el mismo control es muy estresante y angustiante. Me recuerda el momento en el que me lo detectaron, que estaba en ese mismo lugar, con esa misma médica. Decís: “Ay, me quiero ir ya a mi casa”. Lo más importante es que salió todo bien y acá estamos, seguimos de pie.

-¿Cada cuándo te controlás?

-Todas las mujeres tienen que hacerse ecografías anuales y después de los 40, mamografías. En mi caso puntual, ya empiezo con las mamografías y en vez de ir una vez al año, voy dos. Tuve un carcinoma in situ, no necesité quimioterapia y no necesitaría hacerlo cada seis meses pero lo hago por un tema de tranquilidad. Estas enfermedades te destruyen psicológicamente y lo peor es el daño psicológico que te dejan. Si bien no hice quimioterapia, sí hice rayos y estuve siempre acompañada por mi psicóloga. Tuve la posibilidad de hacer terapia todos los días y eso me ayudó muchísimo porque no estaba preparada y nunca me lo vi venir. Lo último que imaginé cuando fui a mi primer control fue que me iban a decir que me había vuelto. Lo pude afrontar, salió todo bien y hoy estoy acá. Los controles podrían ser anuales, como lo hace cualquier mujer, pero necesito ir a los seis meses porque ya a los 5 meses me empiezo a poner nerviosa. Es una enfermedad en la que nunca se canta victoria y se habla del día a día o del año a año.

Fuente: Pronto

Download PDF

Click para descargar o imprimir la nota

La información justa siempre con vos!

MÁS LEÍDAS

MÁS LEÍDAS

Noticias Relacionadas

¡Bienvenido de nuevo!

Inicie sesión en su cuenta a continuación

Recupera tu contraseña

Ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico para restablecer su contraseña.

Agregar nueva lista de reproducción