Una tucumana de 37 años de edad decidió publicar la historia en Facebook y automáticamente empezó a escribirle mucha gente de San Carlos, Mendoza. Esta mujer ni siquiera conocía el apellido, sólo sabía que le decía “Chelo” y que vivía en El Cepillo. Tras compartirse esta historia por un tiempo, llegó a manos de un joven que terminó siendo su medio hermano y que la acercará al padre de ambos.