La declaración de emergencia considera a la violencia con armas de fuego en el estado de Nueva York como una crisis de salud pública y permite canalizar recursos del estado a las comunidades más afectadas para hacer frente al problema de manera inmediata, precisó Cuomo en un comunicado.
«Si miran las últimas cifras, hay más gente que muere por armas de fuego y criminalidad que por Covid. Es un problema nacional que debemos afrontar, porque de eso depende nuestro futuro», subrayó el mandatario, citado por la agencia de noticias AFP.
Cuomo sostuvo que con esta medida «Nueva York dará el ejemplo al resto del país con un acercamiento global», tal como «ocurrió con el coronavirus».
La nueva estrategia contempla la creación de una oficina de prevención de violencia con armas de fuego y ordena a las comisarías a compartir información sobre incidentes para ubicar las zonas más problemáticas de manera semanal y desplegar recursos donde más se necesite.
También prevé una inversión de más de 138 millones de dólares en programas de intervención y prevención.
Una nueva unidad de la policía estatal intentará evitar el contrabando ilegal de armas hacia Nueva York desde otros estados y reforzará una colaboración con la Facultad John Jay de Justicia Penal para ayudar a las ciudades a implementar reformas policiales.
La violencia armada aumentó en Nueva York y el resto del país desde el verano boreal de 2020, luego de los meses iniciales de confinamiento debido a la pandemia.
Los homicidios subieron el 30% en las grandes ciudades en 2020, algo que los republicanos atribuyen al laxismo de los gobernantes demócratas.
El presidente Joe Biden presentó también el 23 de junio medidas para limitar las armas de fuego, pero su iniciativa tiene dificultades para avanzar en un Congreso muy dividido.