Dos aspectos diferentes marcan la performance del mercado de vinos argentinos durante 2021. Las exportaciones de vinos fraccionados han crecido de manera consistente, pero se ha resentido el consumo del mercado interno. Son dos temas de comportamientos opuestos en nuestra industria que conversamos con Carlos Fiochetta, gerente general de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar).
“Por un lado, tenemos el mejor año de exportaciones de vinos fraccionados de los últimos 30 años y posiblemente de toda la historia de las exportaciones de vinos; ha sido excelente tanto en volumen como en valor. Por contrapartida, ha caído el consumo en el mercado interno. Esto tiene diferentes explicaciones. Por una parte, estamos viendo que el mismo vino en un lado creció (las exportaciones) y en el otro lado no (consumo interno). Estamos hablando del mismo vino, ya que el 80% de la producción la industria lo vende en el país, y el resto se exporta. Sin dudas la caída del poder adquisitivo de la población en 2021 es un motivo importante; por otra parte, hemos tenido un cambio en el hábito de consumo, ya que durante la pandemia la gente estuvo mucho más tiempo en sus casas, comía en sus casas, restringió gastos y consumía más vino, y en 2021 esa situación se revirtió. Por otra parte, algo positivo es que en el intercambio de vinos intrabodegas -vinos de traslado- los precios subieron, favoreciendo a productores y bodegas, pero esto afectó el consumo”.
En este contexto, Fiochetta indicó que en el futuro “habrá que ver cómo se da la cosecha; en principio sería normal, similar a la del año pasado. El sector está en equilibrio. Hay un poco más de disponibilidad de vinos blancos que de tintos, pero en general, repito, el sector está equilibrado. Vemos señales positivas. Coviar ha trabajado mucho en potenciar las exportaciones y esperamos que este año se eliminen las retenciones a los productos vitivinícolas para que continúe la tendencia exportadora, y en el mercado interno esperamos que la gente pueda incrementar su poder adquisitivo”.
Más allá de esta visión, que se proyecta en el año, también comentó cómo se estima el futuro del vino a largo plazo. “Estamos trabajando arduamente en la actualización del plan vitivinícola 2030. Esto se inició hace tres años y en él se marcan las pautas de trabajo. El punto central está en las ventas en el exterior; otra cuestión importante es el impulso del enoturismo, que en esta temporada ha funcionado muy bien. Argentina tiene mucho para trabajar en esto, desarrollando todas las regiones”.
