Jorge Luis Esquilache (48) y su hijo Ezequiel David Esquilache (23) regresaban de trabajar cuando dos hombres les apuntaron con un arma y un cuchillo. Luis intentó proteger a su hijo y forcejeó con uno de los ladrones. Apenas intentó escapar del lugar, se descompensó y cayó al suelo. Sus agresores huyeron con sus pertenencias. En la esquina de la avenida Américo Vespucio y Circunvalación, en el barrio Villa Cariño, en las afueras de San Miguel de Tucumán, Jorge se desplomó y necesitó asistencia médica. Como la ambulancia no llegaba, lo trasladaron en un auto a un centro de atención a unas cuadras del lugar y desde ahí tuvieron que derivarlo al Hospital Santillán de Tucumán. No resistió. La víctima fatal tenía antecedentes cardíacos y, para los médicos, falleció de un infarto producto de los golpes y la violencia del asalto.
Los agresores fueron identificados por la Policía de Tucumán como Daniel Rodrigo Centeno (27) y Mauricio Jesús Nadal (29), conocido como «Tata». Según la denuncia de la familia, les robaron a los Esquilache un celular, la billetera con 7 mil pesos correspondientes al pago por la jornada de trabajo y una mochila con ropa que llevaban para cambiarse. Al día siguiente, Centeno y Nadal terminaron presos por el hecho. Pero el robo terminó en una acusación mucho más grave: en la audiencia para formalizar la detención, la fiscalía pidió que sean acusados no sólo por el robo, sino también por homicidio.
Es que la víctima corrió de la escena del robo para «buscar auxilio» y «resguardarse», alegaron desde la fiscalía. Si bien lo que ocurra con los acusados dependerá del resultado final de la autopsia, los investigadores agravaron la imputación contra ellos. La fiscal Agüero solicitó al juez interviniente, Eduardo González, que mantenga las detenciones de Centeno y Nadal pero por el delito de «homicidio en ocasión de robo, en calidad de coautores», ya que consideró que el fallecimiento de la víctima, pese a su cuestión previa de salud, derivó directamente del robo. Así, los dos sospechosos terminaron acusados de uno de los delitos más graves que establece el Código Penal.
Fuente: La mañana de Neuquén
