Poliladrones: imputan a otro efectivo por ser cómplice del accionar de Jonathan Osorio

Carlos Rosales, integrante del Cuerpo de Motorizada de la Policía de Mendoza, fue imputado en la misma causa que actualmente tiene a su colega Jonathan Osorio en la cárcel y con prisión preventiva, acusado de componer una banda dedicada a robos en viviendas y asaltos con armas de fuego.
El fiscal Javier Giaroli encontró elementos para sospechar que Rosales acompañó a Osorio en un móvil policial hasta un descampado, donde Cesar “Timón” Sosa, otro de los detenidos, había abandonado dos equipos de aire acondicionado, anteriormente sustraídos de viviendas de Las Paredes.
Los aparatos, consta en la causa, son los mismos que luego fueron instalados en la dependencia de Cuerpos Especiales y cuya presencia denunció el titular de Motorizada en San Rafael. Es que Osorio les vendió los equipos a sus compañeros, entre los que está Rosales, quien evidentemente estaba al tanto de la procedencia de los aparatos.
En ese contexto, Rosales quedó imputado por “Incumplimiento de deberes de funcionario público” y “Encubrimiento agravado”. La decisión de Giaroli fue notificada a la Inspección General de Seguridad, organismo que controla el desempeño de policías y penitenciarios y que deberá iniciar un proceso contra el agente sospechado de encubrir el accionar de Osorio y su banda.
Para la nueva imputación que formuló Giaroli, fue clave la declaración que ofreció Osorio, quien decidió “encender el ventilador” y complicar la situación de su colega, Rosales, aparentemente conocedor de los movimientos del primero y sus compinches, entre ellos “Timón” Sosa y Franco Peralta Godoy, los tres detenidos en la penitenciaría.
Luego de la indagatoria a Osorio, Giaroli amplió a 9 el número de acusados y – de ese total – 7 quedaron con imputaciones calificadas, como fue el caso de Rosales, quien ahora enfrenta un proceso penal y lo espera la separación de la fuerza policial, al igual que Osorio.
La causa denominada “poliladrones” continúa arrojando detalles asombrosos y datos escandalosos, como en este caso el uso de un vehículo policial con fines delictivos.