A fin de evitar la dispersión de la plaga de la polilla de la vid (Lobesia Botrana) en Mendoza, la Resolución 29-I-14 del Iscamen establece diversas obligaciones para el movimiento de uva, limpieza y transporte.
Para este fin, funciona un puesto de control fitosanitario transitorio ubicado en la intersección de las rutas 40 y 143, en la localidad de Pareditas, San Carlos. El puesto inspecciona exclusivamente cargas comerciales y busca proteger la situación sanitaria de los departamentos de San Rafael y General Alvear.
El coordinador del Programa de Lucha contra Polilla de la Vid, Guillermo Azín, destacó la campaña que el organismo viene realizando en la región.
«En esta época los controles se intensifican. Las barreras fitosanitarias se colocan para proteger al oasis sur, ya que está región está considerada como libre de Lobesia Botrana. En el resto de la provincia de Mendoza la plaga está presente en distintos niveles», comenzó explicando Guillermo Azín.
Luego, contó cómo se realizan los controles a través de la barrera sanitaria. «Se controla el movimiento de aquellos elementos que pueden favorecer la reintroducción de la plaga en el sur de la provincia. Por eso hay ciertas exigencias que cumplir para el movimiento de uva. También se controla la maquinaria para cosecha, porque es una herramienta que favorece a la diseminación de la polilla de la vid», sostuvo Azín.
«En Pareditas se refuerzan los controles para proteger a la zona de esa plaga. Este puesto de control fitosanitario transitorio ubicado en la intersección de las rutas 40 y 143 funciona hasta finalizar la cosecha de uva. Los controles en esta época son rigurosos», remarcó.
«El traslado de uva desde la finca hasta la bodega, acopio y/o empaque, cualquiera sea su envase contenedor, debe ser cubierto en su totalidad con carpa o malla de trama 80%. Si la carga es a granel, debe quedar un espacio de al menos 10 centímetros entre la parte superior de la carga y el borde de la baranda. Por otra parte, las máquinas cosechadoras deben estar limpias, libre de vegetales», especificó el coordinador del Programa contra la Polilla de la Vid.
Sobre el final de la charla, resumió la efectividad de los controles. «Estas son medidas útiles y complementarias. El punto fuerte del programa tiene que ver más que nada con reducir la plaga donde está presente. Este tipo de plagas se mueven mucho, hasta en vehículos particulares. Si las poblaciones en el resto de los oasis son altas es mayor el riesgo de reintroducción en el sur de Mendoza. El éxito depende básicamente de las medidas de control que se pueden implementar en las zonas donde la Lobesia Botrana está presente. La disponibilidad de los recursos y el presupuesto son fundamentales para la ejecución del programa», finalizó.
