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viernes 19, de abril , 2024

Por qué la indumentaria fue uno de los rubros que más aumentó en Mendoza

De acuerdo con los datos proporcionados por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE), Mendoza tuvo el registro inflacionario más alto respecto a los primeros cuatro meses de este año. El mismo llegó a 4,8% y los rubros más afectados fueron Indumentaria (9,7%), Educación (6,4%) y Alimentos y Bebidas (5,3%).

Frente a los datos, especialistas locales analizaron la realidad de Mendoza y explicaron por qué es caro comprar ropa en la provincia.

Por qué la ropa es más cara en Mendoza

El economista Pablo Salvador indicó a El Sol: «La indumentaria es un producto estacional, de modo que, cuando uno ve el indice de inflación a lo largo del año el valor no difiere mucho respecto a los meses anteriores, sí cuando cambian las estaciones. Lo mismo ocurre con el rubro esparcimiento cuyos valores se disparan en julio y enero, meses propios de las vacaciones. De modo que el salto que se registra está ligado a un fenómeno estacional, en esta oportunidad, el paso del verano al otoño».

Por otro lado, el profesional manifestó que a raíz de la pandemia, los consumidores están obligados a comprar productos ofertados en el mercado interno, es decir, que no tienen competencia y eso hace que los precios se disparen desmedidamente.

El economista Jorge Day explicó que «la ropa es cara en Mendoza y en Argentina porque se trata de una industria protegida. Importar ropa es costoso. Por eso, cuando no hay pandemia, es usual que algunos mendocinos viajen a Chile para comprar ropa y calzado, más barato y con mayor variedad».

En concordancia con su colega, Day expresó: «Que sea cara es algo típico en nuestra provincia. Lo novedoso es que ahora pasa a ser más cara, porque sus precios aumentan más que la inflación promedio. Eso se debe a que, para evitar perder dólares, el Gobierno restringe aún más las importaciones. Al haber menos competencia, la ropa se encarece aún más».

Qué pasa con los Alimentos y bebidas

El tercer rubro que marcó un alza notable fue el de Alimentos y bebidas que llegó al 5.3%. Ante esto, Rubén David, dueño de un mayorista local, expresó que «no nos sorprendió el número porque vemos que siguen apareciendo listas con precios nuevos y la situación se torna difícil porque, desde nuestro lugar, no podemos colaborar porque la única herramienta que tenemos es el poder de compra».

El empresario, además, dijo que si ellos dejan de comprar se desabastecen: «La realidad es que si no compramos, la próxima semana llega con precios nuevos y elevados que se aplican directamente al producto final».

«Está pasando lo mismo que ha ocurrido hace 30 o 40 años en la Argentina. Es incómodo porque tenemos que dar la cara con nuestros clientes y no sabemos qué responder, la realidad es que no podemos colaborar como comerciante para bajar la inflación, no tenemos forma, los precios tienen que actualizarse sino perdemos capital de trabajo y no hay modo de recuperarlo», manifestó David.

Respecto al consumo de los mendocinos, el empresario dijo que está complicado. «El mendocino está comprando productos de primera necesidad y esenciales», sentenció.

Control de precios

A raíz del alto índice de la inflación, el Gobierno nacional ha impuesto una serie de medidas paliativas, entre ellas, el control de precios en las góndolas, con la finalidad de bajar la inflación y mejorar las condiciones de vida de los argentinos.

Pese a la intención, los economistas consultados refieren que la medida no es más que un parche sin efecto potable: «Hace mucho tiempo venimos con controles de precio y este va a ser el año número 17 que estamos en Argentina con una inflación de dos dígitos y si uno saca el promedio la inflación anual es de casi 30% en estos años, es decir, un 30% por año, más allá de los controles de precio».

Por su parte, el economista José Vargas, expuso que «si uno analiza qué está pasando en materia de política-económica respecto a la inflación deduce que los controles de precio no son unas de las políticas que mejor funciona en el país, en definitiva, ninguno de los programas lanzados como: Precios Cuidados, Precios Máximos, cortes de carne populares o planchar tarifas de servicios públicos, dieron buenos resultados».

«De modo que esto es pan para hoy hambre para mañana, es decir, con estos controles contenemos un poco la inflación, pero a mediano plazo cuando tengo que flexibilizar el salto es más elevado», sentenció.

Finalmente, Jorge Day expresó que «el control de precios no apunta a que el producto sea más barato, sino que busca evitar sus constantes aumentos, que son normales en una economía inflacionaria. Quizá tenga inicialmente un efecto positivo, pero luego con el tiempo se notará una escasez. El eterno problema del desabastecimiento generado por este tipo de controles».

 

Fuente: El Sol

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