Premian a jóvenes argentinos que buscan llegar a la Luna con la nave más pequeña y económica

Un equipo de jóvenes argentinos fue premiado en el concurso #T-TeC de innovación tecnológica, que tuvo lugar en Dubai, organizado por las empresas Leonardo y Telespazio, líderes mundiales en tecnología aeroespacial. Fue por desarrollar una nave espacial de 34 centímetros de altura que pretende ser “el vehículo más pequeño y económico de la historia en aterrizar en la Luna”.
Tomás Boschetto es uno de los ingenieros aeronáuticos egresados de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) que están trabajando en este proyecto. En diálogo con FM Vos (94.5) y Diario San Rafael, dijo que ocuparon el segundo puesto en este concurso del que participaron universidades de todo el mundo.
Recordó que el proyecto nace en el marco de una competencia organizada en Argentina bajo el nombre “Open Space”, donde ingresa toda una audiencia a participar y a contribuir con ideas, sin restricciones para animarse. “Nos pusimos como meta volcar nuestras ideas en un objetivo común y llegamos a este diseño de una nave espacial para llegar a la Luna. Hace más o menos un año y medio que lo estamos desarrollando y obviamente hay un gran camino por recorrer, pero estamos muy confiados y pensamos que el premio fue una validación de lo que hicimos hasta ahora”, expresó.
Aclaró que este primer proyecto sirve “para demostrar qué se puede hacer con tan pocos recursos, lo que permitiría sentar el precedente de que este tipo de misiones son posibles y que se pueden bajar los costos, los tiempos y realizar la maniobra del alunizaje de una forma más sencilla”.
Si bien una reciente misión a la Luna tuvo costos que superaron los 100 millones de dólares, el proyecto de estos argentinos apunta a un costo de materiales que ronda los 100 mil dólares, es decir, un 0,1% de lo que costó aquella. “La mayor parte de las piezas que pensamos utilizar existen en el mercado, se pueden adquirir de fabricante y el desarrollo autóctono, lo innovador, es la estructura que se usa para realizar el alunizaje, es decir, para posarse sobre la Luna. Es una sonda con una forma determinada que permite aguantar muy bien el impacto con la superficie. Simplemente se dejaría caer desde la órbita lunar y haría impacto con la superficie de la Luna, protegiendo una pequeña carga de 250 gramos. No es muy grande en esta etapa, pero la idea es escalarlo y que en el futuro sea más grande y permita transportar equipos a todos los sectores del Sistema Solar, no solamente a la Luna”, explicó.
Algo muy destacable es que autoridades de distintas empresas espaciales de los Emiratos Árabes y Europa se han puesto a disposición para colaborar con la misión.