En medio del alerta por la intoxicación con cocaína adulterada en la provincia de Buenos Aires, que causó más de 20 muertos y 70 internados, la jefa del Plan Provincial de Adicciones, Marta Hintuchi, indicó que no tienen datos estadísticos cuantitativos sobre la problemática.
“Nosotros tenemos la percepción de que durante la pandemia se han incrementado tipos de consumo de droga, no tenemos datos cuantitativos sino cualitativos de acuerdo a un estudio que hizo en 2021 la Sedronar, ahí se demostró que el consumo con la diversión nocturna disminuyó por el tema de las restricciones, pero sí aumentó el consumo de alcohol o psicofármacos en casas o espacios individuales”, expresó a FM Vos (94.5) y Diario San Rafael.
Sobre la edad a la hora de iniciar el consumo de alguna sustancia, Hintuchi sentenció que “bajó, es un fenómeno global y es algo que ya muestra el informe del Observatorio Argentino de Drogas de 2017. Al grupo que va de los 35 a los 50 años, cuando se le pregunta a qué edad empezó a consumir, probablemente responden después de los 20, mientras que en el grupo de 15 a 25, responden que a los 14 o 15 en promedio, lo que quiere decir que hay gente que puede haber empezado antes”.
Consumo problemático
Para la funcionaria, para abordar el consumo problemático hace falta realizar un análisis mayor y no solo la calidad de la sustancia. “Hay que atender la condición psíquica de la persona que consume droga, no es lo mismo cuando los chicos comienzan a tomar alcohol en un bar o boliche habiendo comido que cuando no, eso hay que tenerlo en cuenta a la hora de analizar el consumo de alguna sustancia”, dijo.
Sobre qué tipo de droga la gente empieza a consumir, Hintuchi reconoció que no existe algo gradual. “Lo que nos preocupa es el consumo de drogas lícitas como el alcohol en los jóvenes, después de tomar alcohol, deriva en otro tipo de sustancias, pero no hay algo que sea la puerta de ingreso al consumo”, señaló.
La droga envenenada
La funcionaria provincial se refirió al caso de la cocaína adulterada que terminó con la vida de más de 20 personas en Buenos Aires. “Ese fenómeno tiene que ver con la compulsividad del consumo, es un problema de salud y que afecta al pensamiento, cuando alguien tiene una dependencia física con el tóxico, que la genera la cocaína, por ejemplo, siente un malestar tan intenso que lo único que calma es volver consumir; muchos terminan expuestos a situaciones en las que corren riesgo sus vidas, como lo que pasó en Buenos Aires la semana pasada”, puntualizó.
