La viticultura de precisión es un concepto nuevo que se creó hace unos años en Australia y se viene extendiendo hacia otras partes del mundo. Se trata de una propuesta que reúne las técnicas necesarias para poder producir el tipo de uva que el enólogo demanda, con cantidades de producción elevadas pero con calidad.
Para ello se utilizan todas las técnicas actuales conocidas de manejo del cultivo de la vid, que incluyen mapas cartográficos y de infrarrojos tomados por satélite para una producción homogénea de uvas de calidad superior.
En este sentido, en el mes de enero se realizó una actividad sobre tecnología aplicada a la producción primaria en Cañada Seca donde se abordó junto a productores locales la temática de la viticultura de precisión y vuelo de drones.
“Trabajar con tecnología en la producción primaria nos proporciona datos del cultivo, ayudándonos a detectar variación del vigor y estado hídrico de las plantas, tipo de suelos y topografía. Los vuelos a baja altura del drone, permiten tomar imágenes de muy alta resolución y en tiempo real, brindando importante información”, explicaron desde el Centro de Desarrollo Vitícola local sobre la actividad.
CONCLUSIONES
En las últimas horas se llevó a cabo la presentación a los productores de las conclusiones que arrojaron las imágenes tomadas por el drone en las más de 15 fincas visitadas el mes pasado.
Entre los inconvenientes que se detectaron explicaron que “se observaron problemáticas con el agua, posibles enfermedades de suelo, malos estados de la vid y vigor de las plantas, entre otros”.
Asimismo, sobre posibles alternativas para subsanar esta cuestión “se brindaron sugerencias a estas dificultades, como por ejemplo, realizar análisis de suelo (evaluación de fertilidad, propiedades físicas, textura, estructura, color, permeabilidad), mejora en el riego, nivelación de terrenos, entre otros”.
