La crisis económica que está atravesando el país está afectando a todos los sectores y, entre ellos, se destacan los responsables de organizar eventos que se encuentran imposibilitados para proyectar a futuro ya sea un casamiento, un cumpleaños de 15 o una cena de egresados por la inestabilidad cambiaria.
En medio de esa incertidumbre, están los que desean tener su festejo en un salón con invitados, comida y música contratada, entre otros aspectos, pero se encuentran con presupuestos dolarizados, sin financiación o que la misma se ajusta al valor de un dólar futuro.
Fiestas austeras y con pocos invitados
Planificar una boda, un cumpleaños de 15 o una cena de egresados no es una tarea sencilla, menos ahora que todo está dolarizado. Por tal motivo, lo que se observa en el mercado es una paralización importante que está directamente ligada a lo que pasará con las elecciones de octubre.
“Los mendocinos que habían planificado casarse en septiembre, octubre o fin de año han decidido postergar la fecha para mediados del 2025, en tanto, los extranjeros que eligen Mendoza para casarse están esperando que pasen las elecciones para concretar todo”, graficó Lucas Sánchez Riesco, organizador de eventos.
El empresario, además, comentó que “las bodas de destino que, por lo general, tenían como protagonistas a brasileños, ya no son tan fastuosas como las de años atrás”. Hoy hay un recorte de gastos importante en todas las fiestas.
A la hora de dar cuenta sobre las preferencias de los clientes, Sánchez Riesco contó que ya no se apunta tanto a la ornamentación, imponentes luces y grandes barras.
La mayoría de las fiestas son austeras. “Hoy todo es chico y sencillo, incluso, tanto mendocinos como extranjeros redujeron la cantidad de invitados, pasando a ser bodas de 50 o 70 personas como mucho. Sólo se invita al grupo más íntimo”, contó el profesional.
Casarse, “un privilegio” de pocos
Por su parte, Silvia Bodiglio, una de las wedding planner más importantes de la provincia, recalcó que todo está presupuestado en dólar. Por tal motivo, hoy el negocio de las bodas en Mendoza está frenado.
“Me manejo mucho con extranjeros y para ellos, una boda muy sencilla, básica, sin ambientación hay que pensar en unos 380 o 400 dólares por persona, y de ahí para arriba. Por lo general, son bodas de 70 o 100 invitados”, contó Silvia, quien aclaró que además hay que tener en cuenta el traslado y el alojamiento de los invitados y demás.
En las bodegas ubicadas en el Valle de Uco, por ejemplo, Sánchez Riesco comentó que sólo alquilar el lugar tiene un costo que va entre los 5 mil y 10 mil dólares. A eso hay que sumarle la ambientación, el catering, la wedding planner, el DJ, el sistema lumínico y todo lo que se quiera sumar.
“Por lo general, en este tipo de bodegas suelen casarse europeos, no brasileños. Se tratan de bodas muy, pero muy exclusivas”, dijo Sánchez Riesco.
El servicio fotográfico cobra un rol importante en todas las ceremonias y según contó Gustavo Savelli, profesional que hace varios años se dedica a retratar uno de los momentos más importantes en la vida de cualquier pareja, el mercado está dolarizado.
“Se hace muy difícil mantener los precios con la situación del país, por lo que hace un año decidimos dolarizar todo. Pese a ello, la situación está muy tranquila en Mendoza, la incertidumbre paró muchas fiestas”, comentó el fotógrafo.
Qué pasa con el resto de las fiestas
Pero en Mendoza no sólo hay casamientos o cumpleaños de 15, también se realizan otro tipos de eventos, entre ellos, los que tienen que ver con las fiestas de egresados que, por lo general, se paga con un año de antelación.
El presidente de la Asociación de propietarios de salones de fiestas de Mendoza (ASAFI), Mauricio Sequeiro, comentó que las fiestas se están vendiendo en dos formatos: precio ajustable en pesos o precio fijo en dólares.
“Realmente las contrataciones de los salones están complicadas porque los clientes siempre pretenden un precio congelado en el tiempo, algo que con las condiciones actuales es imposible. Esta situación hace muy dificultosa la etapa de ventas”, explicó el empresario.
¿Y los vestidos?
Otro punto interesante a tener en cuenta es la compra o el diseño de un vestido, el broche de oro para cualquier novia, quinceañera o egresada.
Dalila Tahan, una reconocida diseñadora local, señaló que los vestidos se reservan con un año de antelación. Por la crisis económica, los presupuestos también se pasan en valores de la moneda extranjera.
A modo de ejemplo, la modista comentó que la clienta puede elegir pagar el vestido una parte en pesos y el resto financiado y aclaró que ese resto se debe abonar al valor del dólar blue del momento.
“La gente hace un gran sacrificio para pagar ese vestido que marca uno de los momentos más representativos de la vida de cualquier familia. Algunos ahorran en dólares y cuentan con el dinero, otros no y, realmente, hacen un esfuerzo enorme para cancelarlo”, dijo.
En estos términos, un vestido para egresada puede llegar a costar unos 180 mil pesos, uno para novia 400 mil pesos, mientras que uno de 15, de tres piezas, puede rondar los 300 mil pesos.
Por su parte, Mariana Vargas, dueña de un local que no sólo confecciona vestidos, sino que también los alquila, manifestó que, “por ahora no ha dolarizado los valores, pero sí observa que la gente ya casi no está realizándose vestidos, sobre todo, egresadas, que prefieren alquilarlos”.
De este modo, la empresaria dijo que los vestidos se pueden adquirir en 15 mil pesos y resulta atractivo tanto para egresadas como para madrinas o dama de honor.
Fuente: El Sol
