Norberto Ariel Oga Sambrano es un viejo conocido para las autoridades policiales y judiciales de nuestro departamento ya que ha protagonizado varios delitos (tiene siete declaraciones de reincidencia), la mayoría de ellos relacionados con robos.
Hace un par de semanas, Oga había salido en libertad después de estar detenido por amenazas contra su ex mujer. Horas después de ganar la calle, el hombre concurrió a un local comercial de la primera cuadra de avenida San Martín dedicado a la venta de indumentaria deportiva. Allí, solicitó probarse una campera. Ya en el probador del local –y de acuerdo a lo que reconstruyeron los investigadores- Oga arrancó el sensor de la alarma a la prenda y se retiró del comercio con la campera pero sin pagarla.
Ante ello, el vendedor que lo estaba atendiendo salió en su persecución. Incluso, y como dato anecdótico, el empleado pidió prestada una bicicleta para seguir al ladrón. Con el vendedor siguiéndolo y personal del comercio habiendo hecho la denuncia al 911, Oga fue interceptado en la calle Córdoba al 600 por personal policial que lo aprehendió y lo puso a disposición de la justicia, no sin antes haberse resistido y escondido en una vivienda de la zona.
Esta semana, el juez Claudio Gil hizo lugar al pedido de la fiscalía que encabeza el doctor Javier Giaroli y le dictó la prisión preventiva, por lo que Oga permanecerá en la cárcel local muy probablemente hasta que se desarrolle el debate en que se determinará su responsabilidad penal en el robo descripto. Uno más en su farragosa historia delictiva.
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